Este gráfico te lleva siempre a la página de inicio

Temporada Emma Peel, Monocroma
The Gravediggers
/ Los Sepultureros

Hacé click en el bombín para iniciar una búsqueda
 
All images © 1961-1969 CANAL+IMAGE
UK ltd. All rights reserved
The Gravediggers
Steed Drives A Train
Emma Is Tied To The Tracks

LOS SEPULTUREROS
Steed Maneja Un Tren
Emma Es Atada A Las Vías

The Gravediggers

Ficha Técnica Títulos

Producción: Abril 1965
Re-emisión en Argentina: 10/12/99
Escrito por: Malcolm Hulke
Dirigido por: Quentin Lawrence

Reparto
Sir Horace Winslip / Ronald Fraser
Johnson / Paul Massie
Señorita Thirwell / Caroline Blakiston
Enfermera Spray / Wanda Ventham
Dr. Marlow / Lloyd Lamble

Titulos De Apertura

Títulos De Cierre
Conexión Avengers In & Out
Temas vinculados a este episodio Teasers & Tags. Secuencias de Introducción y Cierre.

Sumario
Steed y Emma investigan una falla en los sistemas de defensa de la nación. Algunos indicios los llevan hasta Pringby, lugar en el que había sido enterrado el Dr. Marlow. Pero Marlow había fraguado su propia muerte e instalado su base de operaciones en un hospital ferroviario financiado por Sir Horace Winslip. Alli ensamblaban equipamiento anti-radar que luego disimulaban enterrándolo en tumbas del cementerio local, aledaño a las centrales de seguridad.

Comentarios
Mackidockie | Pablo Alonso
 

escribe Mackidockie

¡No me digan que hacerse enterrar para sabotear un sistema de defensa no es original! ¿Quién dijo que "morir" no tiene sus ventajas?. Al parecer el difunto Dr. Marlow continúa haciendo de las suyas desde la tumba, ya que después de su muerte el radar del sistema de defensa en el que dejó su vida comenzó a tener problemas en la zona donde su "cuerpo" está enterrado. Cuando Steed llega al cementerio, el ataúd del doctor está siendo exhumado y transportado a un hospital para empleados ferroviarios. Usando su natural encanto con una enfermera, Steed logra quedarse en el hospital para ver al Dr. Marlow vivito y coleando. Pero él también es visto, siendo ello motivo de preocupación en Johnson, el artífice de la operación, quien decide que por haber metido la pata, el doctor debe ser eliminado. Al mejor estilo Cecilia Grierson, Emma se infiltra en el hospital disfrazada de enfermera, y descubre que Johnson realiza las "operaciones quirúrgicas" a puerta cerrada y con un mínimo de personal. Mientras tanto, Steed se anima a tratar directamente con la patronal haciéndole una visita al dueño del hospital, Sir Horace Winslip, un hombrecito obsesionado con los trenes y ajeno a las maquinaciones que se fraguan a su alrededor, y durante un paseo por su propiedad nota que una de las ramas de la vía por donde se traslada un trenecito muy chulo conduce directamente al hospital.

Esa noche, en el hospital se efectúa una operación bastante peculiar, usando aceite en vez de sangre y soplete en lugar de bisturí. Pero ahí no cesan las curiosidades: parece que un funebrero (pero no por ello hincha de Chacarita) está tomando pedidos de entierros con seis semanas de anticipación, cada uno en un cementerio distinto y rodeando la estación del radar. Con la corazonada de que lo que hay dentro de cada ataúd se active desde una caseta de señales ubicada en casa de Sir Horace, Steed vuelve a visitarlo y trata de explicarle que su deseo de prolongar la vida de los trenes fue usado para propósitos más siniestros. Finalmente se convence cuando nota a una jovencita atada a las vías del tren, y una vez que confirma que se trata de Emma, Steed corre a salvarla (¡y a evitar que arruine las atesoradas vías de Sir Horace!). Llega justo a tiempo para evitar que su cabeza vuele, y entre los dos se encargan de poner a Johnson en un tren a la Siberia por ejercicio ilegal de la medicina.

Mi parte preferida del episodio es la recreación de un viaje en tren que Sir Horace le ofrece a Steed y a cualquiera que quiera comprar un boleto. Su pasión hacia determinado objeto se repetiría en Too Many Christmas Trees y en The Joker. La idea de un científico que, afectado por no obtener fondos para su trabajo, elige el camino del mal, volvería a aparecer en otros episodios como From Venus With Love, pero como ya todos sabemos cada episodio de The Avengers es único, y el poder presenciar el trato de operación quirúrgica que se le da al armado de un dispositivo, más la candidez que Ronald Fraser pone en su personaje de Sir Horace, son motivos de sobra para disfrutar este episodio. ¡Y no nos olvidemos de Emma atada a un tren mientras Steed pelea al ritmo de esa musiquita de las películas de Chaplin!



escribe Pablo Alonso

Compartiendo con The Murder Market cierto interés en cuestiones de velatorios y cementerios, The Gravediggers sintetiza mucho de lo que entendemos por clásico cuando hablamos de Los Vengadores. Un plot que subvierte elementos comunes de la realidad (hospitales, ferrocarriles, servicios fúnebres) encontrándole un nuevo giro; en este caso estos elementos son una pantalla para instalar un sistema que permitirá neutralizar los radares ingleses para dejar al país a merced de un ataque misilístico de sus rivales. Un excéntrico (tal vez EL excéntrico de la serie) nostálgico por los trenes que tantas alegrías y ganancias le dieron, aprovechado por estos enemigos de los intereses de la Corona, que incluso por momentos es hábilmente señalado por guión y dirección como posible sospechoso. El hecho de tomar la manipulación de uno de estos aparatitos instalados en los ataúdes como una verdadera operación, hecho con la mayor seriedad posible incluyendo barbijos (¿se protegían de alguna radiación?, preguntaríamos buscando el verosímil) con la suficiente dosis de bizarro y ridículo sin pasarse de la raya (como pasaría luego en Whoever Shot Poor George Oblique Stroke XR40?). Operaciones metadiscursivas que ponen en evidencia recursos de producción a la hora de filmar (el maravilloso viaje de Steed y Sir Horace, mostrando la típica manera de filmar viajes en tren (teóricos marxistas críticos sobre la tv se harían un festín con cómo un burgués satisface su fantasías a costa del sudor y el esfuerzo físico de su empleado) o citar otros géneros (la escena final del tren con música de piano honky tonk de westerns). Malcolm Hulke escribió algunos de los mejores capítulos de la era Cathy Gale, aunque no reaparecería hasta el fallido The Great Great Britain Crime (cutted & pasted por Brian Clemens para ese bodrio de Homicide And Old Lace) y Quentin Lawrence dirgió sólo este episodio; inteligentemente, en especial los juegos de velocidad y el manejo de la tensión para la pelea del tren. El score musical de Johnson es magnífico, ¡incluyendo una variación de leit motiv del episodio que suena como electropop de principios de los '80! Es de notar, como en otros episodios, la total ausencia de muestras de ideología de los villanos (aunque todos sabemos de que lado están).

Lo que se le podría objetar a esta historia son, más allá de la ausencia de un villano interesante, sólo detalles, como que justo en el episodio en que Ray Austin actúa, haya un momento poco convincente de lucha (cuando Steed desarma al personaje de Stephen Berkoff, quien está menos sacado que de costumbre) o que se note el doble de Patrick Macnee cuando salta al tren. Además, ¿para qué atar a Emma tan lejos de donde estaba el tren? Sí, ya lo sé: para construir el momentum dramático, fórmula exitosa de ayer, hoy y siempre.

Pero no hace falta ni siquiera agitar, cuando se usan los ingredientes correctamente, The Gravediggers forma un cóctel clásico y explosivo.

a Room Without a View / La Habitación Sin Ventana

Volver arriba
Tabla de contenidos
El copyright del material escrito pertenece a sus respectivos autores.
Diseño Web y Arte Digital © 2008 -
TheAvengers.TV