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escribe Mackidockie
Sí, está bien, estamos de acuerdo en que quizás
se les haya ido un poquito la mano (¿un poquito?, me estará
respondiendo más de uno) en querer hacernos creer que algún
día puede venir una planta extraterrestre a dominar nuestro planeta,
pero ¿qué importa?, si conseguimos que Steed y Emma se pongan
melosos con una rosa para después mostrarse los puños.
En Surrey los horticultores están desapareciendo misteriosamente,
entre ellos una amiga de Emma, Laura Burford. El misterio dura poco, ya
que todos se encuentran alojados en casa de Sir Lyle Peterson, un horticultor
especializado en plantas carnívoras, con el objeto de lograr una
nueva especie de arbusto. Pero lo raro son los materiales con los que
están trabajando, como dos torres comúnmente usadas para
extraer petróleo, y al hacer una búsqueda más minuciosa
por los alrededores, Steed y Emma se encuentran con una nave espacial,
declarada como desaparecida varios meses atrás. Al encontrar vestigios
de una planta enganchada a la nave, Steed consulta a una amiga, la Dra.
Sheldon, quien le comunica que la planta tiene cerebro, es gigante y carnívora
(¡a la pelota!). Con este hallazgo cobran sentido las proporciones
gigantes de insumos que Sir Peterson almacena para su proyecto, que no
es otro que dar vida a un nuevo espécimen de la planta hallada.
Siendo una horticultora tan eminente, es raro que la Dra. Sheldon no haya
sido convocada por Sir Peterson, así como el prometido de Laura.
Su único nexo es usar audífono.
Por lo tanto el resto de los horticultores no fueron convocados por Sir
Peterson sino por la planta que hizo caer a la nave espacial, y la única
protección contra esta hipnosis parece ser el uso de un audífono.
Al llegar a la casa de Sir Peterson todo está fuera de control,
con la planta creciendo desproporcionadamente y usando a los trabajadores
como comida. Sir Peterson y la Dra. Sheldon se salvan de convertirse en
alimento gracias a los audífonos, pero Emma pierde el suyo antes
de poder verter veneno en la planta, convirtiéndose en su esclava
y luchando contra Steed para evitar la destrucción de tan adorable
criatura. Cuando finalmente y luego de una ardua pelea Emma se desmaya,
Steed esparce veneno en su chaqueta (con ella adentro) y la usa como carnada
(literalmente) para atrapar a "Labios Carnosos", que muere como
un cisne (ó con un cisne en su estómago, quien sabe).
Como comenté al principio, es un episodio descabellado, pero ¿no
lo son todos, en mayor ó menor medida?. Mi teoría es que
cuando más bizarros se ponen, más se disfrutan, como ocurre
aquí en escenas como la de los maniquíes siendo "devorados"
por la trepadora, Steed y Emma oliendo rosas, Emma tomando cerveza y afirmando
que en la Luna hay vegetación, la encantadora Dra. Sheldon y su
exagerada pasión por la botánica, y ese enfrentamiento Steed
- Emma, que hubiera sido más entretenido con Patrick y Diana como
"adversarios" en lugar de los eternos dobles. Para los amantes
de la ciencia ficción (como una servidora), aquellos que creen
que todo es posible en este universo (y porqué no en otros), el
episodio gusta e invita a mirar a las plantas con un poco más de
respeto... ¡a ver si todavía nos ahorca la Madreselva!.
escribe Pablo Alonso
¿A que no saben quién escribió este episodio?
Sí, sí, Philip Levene, ¿quién si no? Se hubiera
salido con la suya de no ser por lo incoherente
de la acción telepática del vegetal (¿por qué,
si detecta quienes son útiles a su propósito, no percibe
y elimina a los que se oponen?), lo más ridículo aún
de que tener una oreja (ni siquiera las dos, una) tapada impediría
el contacto mental, y el hacerle decir a Emma que se ha descubierto vida
vegetal en la luna (!). Como consecuencia de la premisa y la falta de
recursos para filmar semejante monstruo (ni siquiera clase B), el peso
del episodio cae sobre el desarrollo de la trama y los personajes, ninguno
de los cuales están muy logrados, a excepción de la Doctora
Sheldon, quien de todas maneras no cumple un rol que contribuya mucho
a la propulsión de la narración.
Sydney Hayers ha hecho grandes trabajos de dirección (como The
Joker y Death's Door), pero éste
no es uno de esos. Su travelling hacia arriba en el que muestra a Emma
de cuerpo entero, sólo para encontrarse con Diana Rigg mirando
a cámara, es innecesario y torpe, sexista incluso; más parecido
a un ejercicio de cámara de un amateur que al trabajo de un profesional.
Complicado por la falta de presupuesto, se las rebusca para filmar con
cierta gracia la pelea final mostrando un "brazo" de la planta
y una decoración de maniquíes vestidos solo con vegetación,
pero el combate Steed-Emma (poseída) se cae abajo por el notorio
doble de Diana Rigg; en comparación con la suya, parece la figura
de Lou Ferrigno.
No sorpresivamente, lo mejor del episodio son varios momentos de gran
química entre Emma y Steed, aunque ambos tienen conductas cuestionables.
Steed pone la vida de Emma en riesgo al utilizarla como cebo envenenado
sin tener la seguridad de si el bicho va a llegar a engullirla o estrangularla.
Y cuando Emma mata a Lennon (una escena con impresionante violencia),
en clara defensa propia, en ningún momento se nos muestra ninguna
reacción en ella de haberse cargado a una persona que no actuaba
bajo su propio control, sino dominada por el man-eater. Esta es una ausencia
que se repite varias veces en la serie; la falta de observación
de alteraciones en la psiquis o emociones de los personajes tras situaciones
que deberían afectarlos de una forma u otra. Otro ejemplo más
claro es el de Murderville, cuando
Paul Croft, el amigo de la infancia de Emma, es asesinado y en ningún
momento de la historia vemos una reacción de ella adecuada a esa
pérdida. No es una constante en todas las series contemporáneas;
basta con ver algunos tags de Danger Man (Cita Con La Muerte) donde el
estado anímico de John Drake se ve afectado por los acontecimientos
ocurridos durante el episodio.
Si cada capítulo de las grandes series, por su duración,
pueden disfrutarse varias veces como esos discos a los que volvemos una
y otra vez, es evidente que algo falló con Man-Eater Of Surrey
Green. Pero siendo Los Vengadores, temporada 4, fue (mas o menos) bueno
mientras duró.
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