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escribe Mackidockie
¿A quién no le gustaría
tener sueños que avisen si las cosas van a ir bien o mal?. A todos,
seguramente. La ausencia de un villano memorable no impide que este episodio
se ubique entre mis favoritos, quizás simplemente porque me gusta
soñar. Sir Andrew Boyd, amigo de Steed y Emma y director de la
delegación británica en la Conferencia por la Unión
Europea se niega a entrar a una reunión programada. Temiendo que
esto se repita, Steed se ofrece para acompañarlo, pero a la mañana
siguiente su comportamiento sigue siendo extraño, al punto de predecir
su muerte luego de ver un león de piedra. ¿Y me creerían
si les digo que se le cumple nomás?. Quien debe tomar su lugar,
Melford, se siente seguro de su papel hasta que llega la noche con su
oscuridad y sus pesadillas, las mismas que tuvo Sir Boyd antes de dejar
este mundo. Cuando al día siguiente todo lo acontecido en su sueño
comienza a cumplirse Melford se encuentra repitiendo los pasos de Sir
Boyd, negándose a entrar en la Conferencia. Esa noche, Steed averigua
que Melford ha estado teniendo ciertos sueños sin sentido pero
que inexorablemente se cumplen. Así que con Emma se ofrecen a cuidarlo
para demostrarle que todo es producto de la casualidad (y si no, llamamos
al tío Sigmund y listo).
Otra pesadilla perturba la paz de Melford,
con tantos elementos exóticos que dan ganas de jugarle a dos ó
tres números de la quiniela. Para acabar de una vez con este asunto
onírico, Steed y Emma hacen el mismo trayecto que Melford, ocurriéndoles
las cosas que él mencionó haber soñado. Indagando
en "el álbum de los políticos" Melford identifica
al hombre de su sueño como Becker, perteneciente al bloque Oriental.
De un cuerpo sin vida (ya sabemos quien lo dejó así) Emma
obtiene una llave de un depósito donde se encuentra toda la utilería
para recrear los "sueños" de Sir Boyd y Melford. A ese
mismo lugar llega Steed después de deshacerse forzosamente de Becker.
Entre los dos le demuestran a Melford como sus sueños y los de
Sir Boyd fueron meticulosamente fabricados para evitar la presencia de
ambos en la conferencia. Steed confronta a Stapley, mientras que Emma
"limpia el piso" con su ayudante, todo sea por la unión
de las naciones europeas... ¡y porque nos gusta pegar, que tanto!
Es difícil encontrarle una falla
a este episodio, llenando los requisitos en casi todos los rubros requeridos
para llegar a "episodio deluxe". Admito que soy una fanática
del tema onírico y que una de mis películas favoritas es
Cuéntame tu vida (Spellbound), así que mi opinión
puede no ser muy imparcial que digamos, pero considero que, si bien no
es muy complicado descifrar el significado de los sueños, éstos
están muy bien montados, y si en realidad hubieran sido sueños,
su interpretación le hubiera hecho perder el sueño a más
de un psicólogo. Emma y Steed son un tema aparte, adornando todo
el episodio de momentos de complicidad (más de la habitual) que
hacen mucho más interesante el desarrollo de la historia, y si
a todo eso le agregamos la pelea del final tenemos un episodio digno de
enmarcar y poner en la mesita de luz... ¡pero a no tirarlo lejos
cuando a la mañana nos levantamos dormidos, ¿eh?!
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