|
escribe Terylene
"No está loco, sino obsesionado,
herido, terriblemente herido," dice Purdey en defensa de su viejo
amor, por el cual siente emociones encontradas que en realidad, siempre
estuvieron reprimidas. Siguiendo la temática que planteaba "Dead
Men Are Dangerous," esta vez Clemens es dueño de otro
de los brillantes momentos en que los sentimientos de nuestros Vengadores
son traídos a la superficie, más allá de la historia
que se cierne alrededor de esta entrega. Y tal como sucediera en el episodio
que nos muestra la otra cara de Steed, es ahora Purdey la que nos regala
una visión muy diferente de su interior, de sus aflicciones y sus
reacciones.
El relato explora una vez más las
temibles aristas de la venganza y cómo la obsesión de un
individuo no sólo puede jugarle en contra llevándolo a situaciones
límite, sino que también lo puede volver irremediablemente
nostálgico y posesivo de todo lo que ha perdido. Larry es capaz
de propinarle un feroz puñetazo a su colega mercenario que pretendía
despachar a Purdey de su "cuartel," aduciendo furiosamente
"¡Ella es mía, me pertenece!" Y Purdey no sólo
que llegaría a comprender y confiar ciegamente en Larry, sino que
también sabía a ciencia cierta adónde había
escondido éste el misil, como demostrando que luego de siete años
y de tanta agua corrida bajo el puente, la vieja llama todavía
permanecía encendida.
Las finísimas actuaciones tanto
de los Vengadores como de las figuras invitadas, en gran medida aportan
el profundo matiz de esta historia. Para muchos, la semilla de Los Profesionales
se encuentra precisamente en "Obsession," desde el momento en
que sus dos futuros protagonistas parecieron abrir los ojos de Clemens,
que ya por ese entonces veía el fin de Los Nuevos Vengadores a
la vuelta de la esquina. Martin Shaw entrega una performance sutil y convincente
y, aunque en un papel menor, Lewis Collins ya demuestra que junto a Shaw
podría formar una dupla de acción y gran entendimiento.
Al igual que en "Dead Men Are Dangerous," Gambit encuentra un
marco correcto para mostrarse como algo más que un agente de ribetes
más policiales que del servicio secreto. También su sufrimiento
por Purdey es genuino, aunque uno no alcanza a discernir si en efecto
su condescendencia hacia su compañera de trabajo es movida por
compasión o por un sentimiento aún más profundo.
No olvidemos que bien se preocupa en aclararle a Larry que él es
un "amigo íntimo" de Purdey.
Steed, sin lugar a dudas, ofrece una imagen
tan paternal en esta historia, que por momentos nos parece estar presenciando
un episodio de Tara King. Si bien mantiene una distancia con el conflicto
emocional que sobrelleva Purdey, no por eso deja de brindarle un apoyo
permanente, aún en circunstancias que Purdey mucho no le agradecería.
Su genial línea "El mejor modo de destruir el miedo es
enfrentándolo" y el relato de su padecimiento en Berlín
que con toda confianza le cuenta a Purdey mientras maneja su Range Rover,
no sólo nos otorgan otro importante pantallazo del pasado de Steed,
sino que se convierten en el hilo conductor de la historia que seguirá
de ahí en más. "Y... ¿cómo te sentís?"
le pregunta Steed a Purdey, luego de que ésta ha tenido que pasar
la prueba de reencontrarse una vez más con Larry en la fiesta que
Steed ofreció en su casa. "Como un flan," le contesta
ella, la misma frase que había empleado Steed para describir cómo
se sintió él tras su vieja y dolorosa experiencia en Berlín.
Gran intercambio de sentimientos.
Mas Steed, y en cierta medida Gambit, no
sólo aparecen como oportunos consejeros en "Obsession."
También son los que pondrán punto final a una situación
irreversible, aunque todavía dudamos si Larry realmente le hubiera
disparado a Purdey. La determinación de Steed de destruir su Range
Rover y poner en peligro su propia vida para salvar el Parlamento, muestran
con elocuencia, que efectivamente sus vivencias pasadas mucho le han servido.
Laurie Johnson (nunca bien ponderado por
los fans en Los Nuevos Vengadores) aporta con su original y brillante
música creada exclusivamente para este episodio tal como
lo hiciera en las épocas de Tara con "Pandora" creando
un toque sutil para cada una de las escenas entre Purdey y Larry. O quizás
podríamos decir, cerrando otra de las grandes historias de Los
Nuevos Vengadores, una verdadera joya por su contenido, por su profundidad
y por la magnífica manera de retratar el lado oculto de los héroes
que uno tanto ha aprendido a querer.
|