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escribe Mackidockie
Demasiada inactividad me pone nerviosa,
y eso es lo que hace que este episodio no sea de mis favoritos. Steed
es invitado a una fiesta de clausura de una base aérea en donde
tuvo la oportunidad de servir durante la guerra, y su acompañante
no es otra que la encantadora Emma Peel. Durante el viaje casi chocan
por evitar arrollar a un perro, y en ese preciso momento el reloj del
auto se detiene, siendo las once de la mañana. Ya recuperados
comienzan su caminata hacia la base, amenizada con las anécdotas
de Steed de sus días en la base (¡chiquillo travieso!).
Al llegar está todo desierto pero a la vez todo listo para la
fiesta, y después de buscar en cada rincón finalmente
Steed y Emma encuentran al lechero (¡sí, al lechero!),
sólo que en vez de repartir leche está corriendo por su
vida. Un disparo se escucha y el hombre cae sin que nadie pueda hacer
nada. Si Steed y Emma pensaron que esto era bizarro, grande fue su sorpresa
al encontrar a un conejo víctima de un somnífero (demasiado
estrés; seguramente le confiscaron sus zanahorias). Ante tanta
intriga, deciden separarse para investigar, pero un sonido ensordecedor
los aturde tanto que les hace perder el conocimiento. Al recobrar el
sentido Steed no puede hallar a Emma, tan sólo su reloj, y luego
de hablar con un vagabundo de nombre Hickey sobre estos sucesos tan
peculiares, se dirige a la entrada principal donde la barrera lo golpea,
dejándolo inconsciente otra vez.
El despertarse en su Bentley y aún
sin Emma colma la paciencia de un Steed decidido a resolver el misterio,
pero cuando llega a la base la fiesta se desarrolla como si nada y el
reloj marca las 12:03. Mientras toma aire afuera, encuentra el cuerpo
sin vida de Hickey y por la calle pasa el carrito de la leche. Las paradas
que hace su chofer son un tanto extrañas, cargando y descargando
cuerpos, pero igualmente Steed lo sigue hasta el consultorio médico.
Allí encuentra a Emma, atada a una silla de dentista (¡yo
también le tengo terror pero esto ya es el colmo!). Juntos deducen
que el torno usado en una altísima frecuencia y combinado con
una droga que lava el cerebro, lleva a un estado de inconsciencia. Perfecta
maniobra para desprender de sus secretos al personal aéreo de
cualquier rango, y la mente diabólica detrás de todo esto
es el dentista (no, esta vez no es el mayordomo). Decididos a divulgar
lo que ocurre en la base, Steed y Emma son interceptados por "el
amante de las dentaduras", y en plena pelea un tanque del "gas
de la risa" se abre accidentalmente, transformando una situación
tensa en una escena de Los Tres Chiflados, sólo que sin
los pastelazos.
Un episodio más dedicado a la obtención de secretos del
gobierno, pero en este caso la trama se torna un poco aburrida para mi
gusto, en especial durante la etapa de "no se quien soy ni donde
estoy" que atraviesa Steed. Las dos escenas más entretenidas
ocurren cuando Steed relata sus travesuras de juventud mientras Emma aprovecha
para burlarse, y la ya mencionada pelea del final. Buena elección
de locaciones para recrear la base aérea y buen logro de un ambiente
solitario y misterioso. ¡Y desde ahora antes de ir al dentista voy
a pedir un informe sobre su identidad y antecedentes a la CIA..!
escribe Pablo Alonso
Un muy buen capítulo con un inteligente planteo y adecuada
dirección para su misteriosa atmósfera. Si bien por momentos
huele a filmemos-un-episodio-alrededor-de-una-base-vacía, el pacing
es por lo general elegante, manteniendo escondido con habilidad el por
qué de la trama hasta el final, evitando los problemas de dinamismo
de episodios como Room Without A View o The
Thirteenth Hole. Patrick Macnee y Diana Rigg tienen que cargar con
la mayoría del episodio solos, por lo que hay plenitud de interacción
entre ambos. Cuando Emma es secuestrada, la historia abre juego a otros
personajes. Algunos dirán que Macnee no funciona del todo si no
es con un coequiper adecuado; no sé si es así, pero lo cierto
es que nunca vamos a ver a un Steed en la soledad total de Mrs. Peel en
The House That Jack Built o .
Entonces, al esfumarse Emma, hace su primera aparción en la serie
Roy Kinnear, realizando para variar un gran trabajo con su
vagabundo Hickey, otro excéntrico que aparecerá brutalmente
asesinado y van... Luego de ser dejado KO, Gerry O'Hara, dándole
al episodio un sentido circular, transporta a Steed (y a nosotros) de
vuelta a la escena de choque del principio, que es el único teaser
de la serie en el que aparecen nuestros héroes juntos. Luego se
presentan los demás actores invitados (además del cadáver
de Hickey en medio de la basura), con buenas performances de Gerald Harper
y Dudley Foster, siempre efectivo como villano. En el desenlace, para
coronar lo particular de este episodio, nada mejor que la "hilarante"
pelea. Y no podría explicar muy bien por qué, pero el tag
me resulta totalmente pop.
El único reproche para el episodio saldría de una cuestión
lógica: ni un profesional top ni una talentosa amateur, al ver
a un hombre ser disparado a la distancia, se lanzarían a campo
abierto convirtiéndose en un blanco facilísimo para el tirador.
O Philip Leas les perdonó la vida o a Roger Marshall le falló
el sentido del verosímil.
Ah, si alguno tenía alguna duda acerca del tipo de relación
entre Steed y Emma, este capítulo debería aclarárselas;
¿qué mujer acompañaría a un amigo a una reunión
con sus ex-compañeros militares en una base aérea perdida
en la campiña?
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