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Steed... ¿... Siempre Fue Uno Solo?
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El Steed De Purdey Y Los Nuevos Vengadores (1976-1977) *

Los Nuevos Vengadores. Menage a Trois.Si Steed había acusado cambios sustanciales a través de las distintas épocas de la serie durante los ’60, dependiendo en gran medida de la partenaire de turno, no resultaría sorprendente aceptar que su nueva imagen de los ’70 se encontraba a gran distancia de épocas pasadas.

¡Pero cuidado! No queremos con ésto significar que el Steed de Los Nuevos Vengadores haya sufrido tal metamorfosis como para no volverse instantáneamente reconocible. De ningún modo. Aún cuando Patrick admite que “ponerse otra vez el bombín no fue tan simple como yo hubiera esperado” y lo dice en serio, basándose en las dificultades que tuvo para re-asumir un papel que hacía 7 años no representaba, el alma de Steed, es innegable, aún seguía dentro suyo.

El lógico paso de los años, no obstante, pintaba ahora a un Steed que temporalmente debía evolucionar, tanto en el aspecto físico como en su modo de pensar y actuar. Y eso es exactamente lo que percibimos en este señor madurito de 54-55 años que asomaría por la pantalla a través de Los Nuevos Vengadores. Un señor que aún enfundado en su impecable traje de tres piezas ahora muestra sus reflejos plateados en el pelo, se mueve un poco más despacio y pelea mucho menos, por ahí renguea casi imperceptiblemente (producto de la artritis que ya por ese entonces comenzaba a aquejar a Patrick en las rodillas) y, en contraste con sus épocas pasadas, ya ha dejado de tratar de “usted” a sus socias, se desplaza en suntuosos vehículos último modelo, vive en una amplia e imponente mansión y con marcada frecuencia se lo ve montando uno de sus preciados caballos. Más que la de un dandy inglés, su imagen tendía a verse ahora como la de un playboy.

Ninguno de los episodios de la nueva serie, como era costumbre, explicaría qué había ocurrido en la vida de Steed desde su asociación con Tara hasta aquellos días. Sólo sabíamos que ahora Steed, además de su infaltable partenaire femenina, Purdey, también contaba con un socio, Mike Gambit. La conversión de eterno dueto a novel triunvirato de agentes secretos, obviamente significaba un cambio en el cual Gambit debía encontrar su ubicación. Pero como dicen, “la unión hace la fuerza” y eso es lo que principalmente se percibió en el terceto: un compacto ajuste y una concurrencia de aptitudes que los hizo funcionar acertadamente en un plano donde ahora la fantasía, el surrealismo y la vanguardia de lo que había sido una serie de culto en los ’60, se habían esfumado detrás de la cortina desplegada por los años ’70.

Los Nuevos Vengadores en ropa de fajina. Bye, bye, "Swinging London".Muy lejos de sus citas esporádicas con One-Ten (Uno-Diez) y demás pares, o de sus visitas a los estrafalarios lugares donde Mother (Madre) montaba su cuartel, el Steed de Los Nuevos Vengadores parecía ahora ocupar un alto escalafón en el Ministerio, cuyas oficinas y altas personalidades, al contrario de lo que sucedía en los ’60, a menudo eran mostrados. No sólo eso: quizás como nunca, las principales víctimas que caían en manos de los nuevos villanos (curiosamente muy pocos “masterminds”) eran más que nada, agentes del Ministerio. Consecuentemente, aquí aparece una extraña faceta en el carácter de Steed, propia del ser humano que va madurando y que ya no observa impertérrito el paso de los años, una faceta que quizás con algunas excepciones en las épocas de Tara, no había sido antes percibida. Steed ahora se lamenta profundamente ante la muerte en acción de un colega, haciendo referencia frecuentemente a la pérdida de un “buen amigo”, antes que a “uno de nuestros mejores agentes”, como en otras épocas. La flema inglesa que tanto afloraba de su personalidad en los ’60, en especial con Cathy Gale y Emma Peel, esta vez parece haber sido tratada con un eficaz expectorante que lo ha hecho escupir sus sentimientos de una forma mucho más notoria.

Ese costado más humanizado que evidencia el Steed de los ’70 (no olvidemos que este costado ya era evidente en las épocas de Tara) sin embargo ha ido ligeramente en detrimento de su humor irónico y punzante que de hecho ya comenzaba a diluirse con Tara. Aquí el declive es aún más acentuado, hasta llegar a episodios donde virtualmente es inexistente: algunos excelentes, como Dead Men are Dangerous, Hostage, Obsession, o Sleeper y otros pésimos y completamente fuera del espíritu Avengers como Gnaws. Sin embargo no por eso nos vemos privados de un Steed ocurrente y socarrón en más de una oportunidad. Y muchas de esas oportunidades, curiosamente, las encontramos en los últimos episodios filmados en Canadá (en especial, Forward Base) cuando ya la crisis había estallado y el final de la serie se encontraba a la vuelta de la esquina.

El sentido del altruismo, aún llevado al límite, también se ve reflejado en este Steed que no vacila en meterse en serios problemas en Hostage haciendo peligrar su voto de lealtad por su país, con tal de liberar a una Purdey cautiva por un traidor. Y cuando Gambit es enviado para detenerlo con un revólver en su mano, Steed sabe muy bien adónde tiene que darle un rodillazo para que lo deje de acosar tan sólo por un rato. Como tampoco se hace rogar para tratar de buscar algún punto de encuentro que no separe tanto a Purdey de un viejo amor en Obsession, frenándolo una vez más al impulsivo Gambit, que no obstante, también parece muy ubicado en la situación. Y qué decir del Steed que se mete la mano en el bolsillo y deja un billete bajo la botella de cerveza que acaba de consumir en Sleeper (sólo un sorbo: ¡no nos asustemos del eterno bebedor de champagne!) luego de que Gambit la hubiera tomado “prestada” de un bar en el medio de un Londres absolutamente paralizado y con todos sus habitantes dormidos. O el Steed que también deja un billete en el gallinero de una granja en Emily, tras haber retirado algunos huevos no sin antes disculparse ante las gallinas: “¡Cuánto lo siento!”, les dice tan cariñosamente...

Hemos hablado de la estampa del Steed de Purdey, no obstante, sin haber hecho demasiada mención sobre esta nueva partenaire. De hecho Joanna Lumley pudo haber sido la más perfecta sucesora de Diana Rigg, desde el momento en que ha sido votada como la segunda chica Avenger preferida por el público, escoltando a ésta. Pero... ¿había entre ambos algún interés romántico? No lo sabemos, aunque si lo había, parece estar más inclinado hacia el lado de Purdey que hacia el de Steed. “Si estuviéramos en otro auto, apoyaría la cabeza sobre tu hombro... ¿te importaría?... Es un hombro muy confortable”, le dice ella en Dead Men Are Dangerous. Pero todo queda en suspenso cuando ambos llegan a la mansión de Steed para descubrir que había sido invadida por un vándalo. En The Eagle’s Nest, Steed reprende a Purdey por asomarse por la ventana de su habitación de hotel, diciéndole que cómo se atreve a hacer semejante cosa a esa hora de la noche en la habitación de un caballero. “Pero vos nos sos un caballero”, remarca Purdey, a lo que Steed retruca: “Ahí es donde está el peligro”. Y la duda que pudo haber aclarado todo, también persiste en Angels of Death, cuando ambos quedan atrapados en un diabólico laberinto cuyas paredes comienzan a aprisionarlos hasta que quedan abrazados tan cerca uno del otro, que sus respiraciones se confunden. “Steed... quiero decirte algo”, susurra Purdey. Y una vez más, al igual que en Man With Two Shadows (Hombre con dos sombras) y The Forget-Me-Knot (No Me Olvides), nos quedamos sin saber qué es.

Sin embargo el Steed de Purdey, como nunca, nos muestra una generosa colección de “amigas” (todas visiblemente más jóvenes que él) que frecuentemente invitaba a cenar a su casa, y con una de ellas protagoniza una graciosa escena donde no sólo su pícaro humor sale a flote, sino también nos hace retrotraer a otras épocas. Mientras la dama le pregunta sobre los retratos de Cathy, Emma y Tara que Steed conserva sobre su mesa, él, que se encuentra concentrado en otra cosa, sin mirar a su interlocutora, asume que ella se está refiriendo a los retratos de sus caballos, que se encuentran en la mesa de enfrente. “Hermosa. Pasamos juntos algunas situaciones complicadas. Fiel. Confiable”, dice de Cathy. “Muy resuelta, muy especial. Una criatura fantástica. Sin embargo a veces tuve que usar el látigo con ella”, dice de Emma. “Excelente. Gran acción. Pero tenía demasiada energía. Se la vendí a un príncipe árabe. Creo que finalmente se tuvo que deshacer de ella”, dice de Tara.

Y claro, el Steed de Purdey también tendría un efímero encuentro telefónico con Mrs Peel en la primera parte de K is for Kill, donde gracias a un clip inédito de 1967, ella parece estar hablando realmente con él, que la llama para consultarle detalles sobre un caso en el que ambos habían estado involucrados cuando eran socios. Luego de la breve charla, Emma le hace saber que ella ya no es más “Mrs Peel”, como él la sigue llamando. “Para mí, usted siempre será Mrs Peel”, contesta Steed, ante las miradas atentas de Purdey y Gambit.

Independientemente de sus lógicos cambios, el Steed de Purdey y Los Nuevos Vengadores siempre conservó sus gustos por el champagne, las mujeres, la elegancia y la sofisticación. Y quizás la nota más alegórica de esta etapa, esté precisamente dada en el último minuto del último episodio, Emily, en el que Steed recibe en sus manos un clavel rojo y se lo inserta en el ojal de su saco, donde la cámara queda detenida por unos segundos, antes de la proyección de los títulos finales. Todo un símbolo que condensa el absoluto, irresistible encanto de un personaje que supo mantener a su público clavado frente a la pantalla durante 10 años.


* Nota: Hasta donde sabemos, Los Nuevos Vengadores fue televisada por primera y única vez en la Argentina a fines de los años ’70. Nunca hasta el momento ha vuelto a verse y por esa razón, podrá parecer virtualmente desconocida para muchos. Por suerte, la colección completa de esta nueva versión, circula en Inglaterra en videos remasterizados y puede adquirirse vía Internet. No obstante, mientras esperamos que algún día “Los Nuevos Vengadores” retorne a nuestras pantallas para estar al alcance de todos, nos permitimos brindar aquí un reporte completo del Steed de los años ’70, gracias a lo que hemos visto en esos videos. Los nostálgicos lo recordarán; los novatos, lo descubrirán.
Actualización Abril 2004: Todos los episodios de The New Avengers están disponibles ahora en DVD.

Fotografías exclusivas, gentileza de Alan y Alys Hayes.

a página 8, Epílogo

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