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Epílogo
Steed
es un personaje que hasta el día de hoy, no ha encontrado ni paralelos
ni sucesores, al menos en lo que a su particular enfoque se refiere. Precisamente,
porque al contrario de muchos otros personajes de la pantalla chica, ha
experimentado una marcada evolución a través de la vida de la serie,
una evolución que de hecho se mantuvo conforme a los tiempos que corrían
y que se ha deslizado inexorablemente a través de una prolongada línea
continua.
Quizás en este detalle, traducido en la
concesión que Patrick Macnee le haría a su personaje, ya sea consciente
o inconscientemente, y al permanente intercambio de co-estrellas que una
a una irían dejando su sello propio, radique la riqueza, la originalidad,
la innovación de las que hizo alarde el show en todas sus épocas. Un show
que en gran medida gracias a sus personajes, nunca supo “quedarse quieto”,
sino que se movió al ritmo de su tiempo loco.
Con tanta energía, que incluso hoy, cuarenta años después, en otras circunstancias,
en otro siglo, en otro entorno, todavía se mueve...
Elaborar esta página hubiera sido mucho
más difícil de no haber contado con el valiosísimo aporte que me han brindado
los miles de emails intercambiados con tantos ciber-amigos en Estados
Unidos y otras partes del mundo, con quienes compartimos una pasión: “Los
Vengadores”, las chicas vengadoras... y John Steed. A todos ellos, mi
más sincero agradecimiento. Terylene, enero 2001
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