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La Inmaculada Emma Peel (1965/67)
La
deserción de Honor Blackman en un excelente momento de popularidad
de su serie estelar había colocado a la ABC en una situación
difícil, que exigía una reacción rápida: inmediatamente
comienza la búsqueda de una sustituta, que resulta más complicada
de lo previsto. Se hacen pruebas a diferentes actrices (incluyendo el
rodaje de un episodio completo por parte de Elizabeth
Shepperd) con resultado poco satisfactorio, hasta que por fin se toma
la decisión de darle la vacante a Diana Rigg,
una joven actriz de 27 años de procedencia teatral y escasa experiencia
en la pantalla.
Para ella se inventa un nuevo personaje bastante similar al de su predecesora,
que tan buenos resultados había dado hasta entonces: el de la señora
Emma Peel, otra joven viuda cuyo marido, un explorador, desapareció
en uno de sus exóticos viajes dándosele por muerto.
Experta en Física, con aficiones artísticas que incluyen
la pintura y la escultura, y una notable destreza en las artes marciales,
Emma Peel es algo más que una mera copia de Cathy Gale, gracias
principalmente al carisma personal de Diana Rigg: bella sin ser explosiva,
sexy aunque no voluptuosa, elegante sin resultar distante, con clase exenta
de frialdad, Diana aporta a la señora Peel un encanto irresistible
que la convertirá en la más famosa "Vengadora"
de la historia de la serie. Los responsables de la misma, los productores
Julian Wintle y Albert Fennell y el guionista Brian Clemens, captan inmediatamente
las posibilidades que Rigg les ofrece y deciden apostar por ella, aumentando
el presupuesto de la serie y dando carta blanca a los guionistas para
idear los argumentos más delirantes.
Es
así como 1965, año del debut de Emma Peel en la cuarta
temporada de la serie, se convertirá en el más inolvidable
de la misma y el más recordado por los fans. A dicha temporada
(sencillamente gloriosa) pertenecen los episodios más míticos
de toda su trayectoria: "The House That
Jack Built" ("La Casa Que Jack Construyó"),
"A Touch Of Brimstone" ("Un
Toque Diabólico"), "A Sense
Of History" ("Con Sentido Histórico"), "Man-Eater
Of Surrey Green" ("El Caníbal De Surrey Green"),
"The Danger Makers" ("Los
Amantes Del Peligro"), "Small Game
For Big Hunters" ("Un Juego Simple Para Grandes Cazadores"),
"Town Of No Return" ("El Pueblo
Sin Retorno"), "The Cybernauts"
("Los Cibernautas")... La química establecida entre Macnee
y Rigg es irresistible; el humor se desborda en un sin fin de personajes
esperpénticos que parecen sacados de una historia de Lewis Carroll
(que pasarán a ser desde entonces una presencia habitual dentro
de la serie); la imaginación supera cualquier cota predecible entrando
de lleno en la ciencia-ficción más delirante; y los modelitos
de Emma Peel causan furor entre la juventud. Es cierto que los decorados
siguen siendo mas bien pobretones -cartón piedra a granel- y que
en las peleas los dobles se reconocen a primera vista (una característica
también presente en otras series míticas de la época,
como "Star Trek"), pero todo esto sólo contribuye a elevar
el tono casi surrealista y festivo que encanta a los espectadores. En
la plenitud de su gloria, Los Vengadores se convierten, junto con los
Beatles, la minifalda o la estética "pop", en uno de
los pilares del llamado "Swinging London", símbolo de
los años en los que Londres se convirtió en la ciudad europea
de vanguardia en lo que a estilo se refiere y cima indiscutible de la
modernidad sesentista. |