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Temporada Emma Peel, Monocroma
A Touch Of Brimstone
/ Un Toque Diabólico

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A Touch Of Brimstone
Steed Joins The Hellfire Club
Emma Becomes The Queen Of Sin

UN TOQUE DIABÓLICO
Steed Se Une Al Club "Fuego Del Infierno"
Emma Se Convierte En La Reina Del Pecado

A Touch Of Brimstone

Ficha Técnica Títulos

Producción: Diciembre 1965
Re-emisión en Argentina: 29/12/99
Escrito por: Brian Clemens
Dirigido por: James Hill

Reparto
John Cartney / Peter Wyngarde
Sara / Carol Cleveland
Lord Darcy / Colin Jeavons
Willy Frant / Jeremy Young
Roger Winthrop / Michael Latime

Titulos De Apertura

Títulos De Cierre
Conexión Avengers In & Out
Temas vinculados a este episodio Teasers & Tags. Secuencias de Introducción y Cierre.

Sumario
Un grupo de diplomáticos extranjeros que propician un tratado petrolero cae víctima de bromas ridiculizantes, que van más allá de la mera diversión cuando uno de ellos es asesinado. Steed y Mrs Peel inician una investigación siguiendo los movimientos de John Cartney, quien asistido por otros secuaces, esconde un avezado plan para derrocar el gobierno desde el subsuelo de un tenebroso Hellfire Club ("Fuego del Infierno").

Comentarios
Terylene | Pablo Alonso
 

escribe Terylene

Desde las primeras escenas, uno percibe que este será un episodio muy particular. Ni qué decir cuando advierte la sensualidad de la escena que protagonizan Emma y Cartney, aquel caballero del clavicordio y las bromas pesadas, cuyo rostro, libre aún de inmensos bigotes, patillas y poblada cabellera, aparecía más desconocido que los efectos que "A Touch of Brimstone" podría tener en la audiencia.

Lo cierto es que el brillante dueto Brian Clemens-James Hill, algo habrá vislumbrado cuando se arriesgó a introducir sutiles, pero harto evidentes alusiones al sexo, las drogas y el infierno. A comienzos de 1966, estos tópicos tabúes para la televisión, podrían haber desalentado cualquier intento de mostrarlos en pantalla, más aún si eran aderezados con una pizca de violencia y sexismo entregados en (in)cómodas cuotas. Pero Clemens y Hill sospechaban que llevando adelante un proyecto de tal envergadura, enfrentarían diversas situaciones que de una u otra manera, harían la serie aún más popular--el rating les daría la razón. Dudamos que los censores ingleses se hayan resistido a clavar sus miradas en la despampanante Emma Peel, antes de clavar sus tijeras en el celuloide y reducir drásticamente el metraje de la escena de los latigazos. Como también dudamos que sus pares norteamericanos hayan decidido prohibir de plano la emisión de "A Touch of Brimstone" en USA, no sin antes caer rendidos ante la Reina del Pecado (¿alguien se acuerda de "Las Increíbles Aventuras del Señor Tijeras," de Sui Generis? ¡Genial Charly!)

Pues bien. Más legendario que descollante, "A Touch of Brimstone" hoy por hoy nos parece un cuento de la Cenicienta (bueno, casi) en el que su gallarda osadía se diluye irremediablemente en la vorágine de barbaridades que la TV actual pretende obligarnos a ver. Y aunque su temática se haya desbordado un poco del cauce normal por el que discurrían las historias de Los Vengadores, no podemos negar que el episodio aún mantiene y a pesar de todo, su inconfundible toque Avengerish.

La idea de frustrar relaciones exteriores por medio de bromas de mal gusto a influyentes diplomáticos y de tramar un golpe de estado desde las "catacumbas" de un misterioso Hellfire Club, cuyos miembros no son más que "nenes malos," es un delirio sólo circunscrito a Avengerland. Lo que parece salirse de sus confines, son las prolongadas tomas de las orgías que se cometen en el club, que desfiguran la continuidad del episodio. ("¡¿Qué dirán los vecinos del piso de arriba?!" se pregunta Steed, con esa magistral cara de eterno impávido).

Pero hay varias pequeñas perlas que nos devuelven el encanto de esa tierra de fantasía. Veamos... Emma y Steed recortando diarios y formando figuritas, o sentándose y parándose de sus butacas en el teatro mientras discuten la broma perpetrada, entre otros, contra Boris Kartovsky (a propósito, por qué extraña razón Clemens volvió a utilizar este nombre en "Split!" para otro personaje diferente, es un misterio). El televisor miniatura que Steed lleva en su Bentley, lo que acoplado al teléfono de las épocas de Elliot Ness que también solía formar parte de sus accesorios, por cierto da cuenta de un auto antiguo tan especial como su dueño. El monigote que pelea con Mrs Peel hacia el final, con pasos acrobáticos y destreza inservible. El "National Anthem" que Lord Darcy por suerte no alcanzó a tomarse. Y la prueba final con la que Steed se gana la membresía en el Hellfire Club (¡después de todo, nadie le dijo que no podía hacer trampa!). Todo se hace merecedor de un sonoro aplauso.

El buen desempeño actoral es una constante en los miembros de todo el elenco. No sólo vemos rostros que pronto nos serían familiares en otros episodios de Los Vengadores y Los Nuevos Vengadores (Jeremy Young, Colin Jeavons y Michael "Hombre Eléctrico" Latimer), sino que también apreciamos el talento de Carol Cleveland y Peter Wyngarde. Este último, volvería a deleitarnos en "Epic" antes de mudarse al "Departamento 'S'" y luego meterse nomás, en la piel de su "Jason King."

Enarbolando las banderas del erotismo a niveles nunca vistos ni antes ni después en Los Vengadores, "A Touch of Brimstone" seguirá siendo un clásico. Ni extraordinario ni imperdible– simplemente y por varias razones, un clásico.



escribe Pablo Alonso

Con las gemas con las que comparte temporada, cualquier persona que tenga a este episodio entre sus favoritos tiene que estar basándose únicamente en Diana Rigg. Argumento difícil de cuestionar, pero además de ello (o de ella), el installment es uno altamente disfrutable pero que no llega al tope de calidad debido a que la trama se va simplificando para dejar paso a todo lo que pudiera shockear: conductas pecaminosas, excesivas, violentas; bastante contrapuestas a las bromas que realizan los señores del Hellfire Club, por cierto. Lo cual no es necesariamente malo, pero podría haber sido mucho mejor si Brian Clemens hubiera trabajado un poco más en la historia y sus personajes en vez de acumular comportamientos indecentes uno tras otro. Un ejemplo es la desaprovechada relación Emma-Cartney, pero Los Vengadores siempre fue una serie reacia a indagar la psiquis y los sentimientos de sus protagonistas más allá de las líneas generales establecidas y ciertas insinuaciones, las cuales abundan en este capítulo.

Además, por más "zarpado" que haya sido esto a mediados de los '60s, Clemens y el siempre efectivo James Hill aún tenían que trabajar dentro de un formato televisivo, por ende había patrocinantes y cadenas a las que no se podía molestar demasiado, por lo cual, entre las conductas que el Hellfire Club promueve y lo que se ve en pantalla hay un abismo. Es decir, podrán besar a sus mujeres desaforadamente pero sólo en la boca y sin sacarse las ropas. Lo cual en la revolcada en la cama entre Cartney y Sara resulta ridículo. Sociedad secreta y todo, el sentido de orgía en este episodio está muy lejos del de Eyes Wide Shut, la voyeuristica última película realizada por Stanley Kubrick. Y sus instintos primales de violencia en medio de la mesa son bastante bobos, como tampoco se espera que estudiantes universitarios hagan avioncitos de papel (ver, por supuesto, A Sense Of History).

Lo más interesante de toda esa cuestión no es lo que se ve, sino lo que no se muestra: la elipsis (omisión en el tiempo del relato) que ocurre entre que Emma es presentada como la Reina del Pecado (con una mirada perdida que sugeriría que no sólo le dieron vestimentas de dominatriz y una serpiente) para ser llevada en andas por los fiesteros (y fiesteras), y cuando luego se la ve charlando con Steed, hace pensar que la verdadera diversión ocurrió fuera de cámara, mientras se muestra a una serpiente enroscándose cerca del fuego. Aunque, conociendo al personaje, seguramente Emma no dejó que nadie le toque un pelo que no fuera de su cabeza...

Prestándole un poco de atención a Steed, está impecable como siempre, ya sea fingiéndose viejo conocido de Darcy, ganándose la membresía del Club, o flirteando con la divina Carol Cleveland. En cuanto al resto del cast, Colin Jeavons compone un perfecto infeliz, los doppelgangers del Club logran comportarse como unos animales, y Peter "JK" Wyngarde es una estrella (es notable cómo, cuando Darcy interrumpe una reunión del Club, el cambio de mood de Cartney es hecho evidente por Wyngarde con sólo una variación en su mirada) que podría haber brillado aún más si Clemens hubiera puesto un poco más de empeño en el guión. Lo que sí fue muy bien trabajado fueron todas las escenas de lucha; cuerpo a cuerpo, a floretes o a latigazos.

Les dejo una trivia que coseché por haber seguido el programa Mysteries, Magic & Miracles hosted by Mr. Macnee, lo que evidencia mi interés por la carrera de este hombre, ya que ni siquiera lo van a encontrar listado en la IMDB, y eso que es de los 90's... Una vez, Don Patrick presentó el caso del fantasma de una chica que había sido una víctima del Hellfire Club orginal del siglo XVIII. Lamentablemente, P.M no linkeó conceptos como estoy haciendo yo ahora; hubiera sido un buen plug...

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