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escribe Terylene
Para todos aquellos que tienen bien
presente "The Morning After", el episodio de Tara casi sin Tara,
"Sleeper" se prestará a inevitables comparaciones. No
es casual que Brian Clemens haya escrito ambas historias de lo contrario
podríamos afirmar que se trata de un plagio. No obstante no puede
decirse que Clemens decidió reflotar la trama de "The Morning
After" debido a una repentina falta de inspiración para el
episodio de la semana siguiente. De ningún modo. Aún cuando
los paralelos entre uno y otro son evidentes y el clímax cuasi-apocalíptico
que ambos generan es esencialmente idéntico, existen diferencias
notables que le reservan a "Sleeper" una cómoda ubicación
dentro de los mejores episodios de Los Nuevos Vengadores.
En primer lugar, hay algo obvio que destacar.
Mientras los villanos de "The Morning After" maquinaban un plan
extorsivo contra el gobierno por medio de una bomba atómica a
la usanza de "Death at Bargain Prices", por ejemplo los
"malos" de "Sleeper" no parecen ser más que
delincuentes comunes muy bien organizados y armados, que sólo planean
saquear bancos y apropiarse del dinero y objetos de valor. Las cápsulas
de gas adormecedor de Merlin, eran en "The Morning After" un
elemento más bien secundario que se volvía imprescindible
recién a la hora de reducir a los villanos en los últimos
minutos del episodio. Por el contrario en "Sleeper", los tubos
del gas S-95 de uso militar, son el vehículo primordial
para los saqueadores y la causa de la "desertificación"
de un vasto sector londinense del que nadie emigró sus habitantes
sólo permanecen dormidos en el lugar donde los sorprendió
el efecto del gas, llámese el medio de la calle, el interior de
un auto o hasta un poste de parada del ómnibus. Solamente dos bandos
opuestos recorren las calles: los maleantes... y los Vengadores.
No hay nada notorio que podamos apuntar
respecto al elenco de "Sleeper", pero sí muchos detalles
dignos de mención de cada uno de los Vengadores, a la sazón,
los verdaderos dueños del episodio. Es esta la única ocasión
en que Purdey actúa separadamente de Steed y Gambit debido a un
fortuito desencuentro, y ello supone una situación nueva dentro
del terceto, que sin quererlo nos permite apreciar brillantes momentos
individuales. Por empezar, Purdey se aventura por las calles vacías
con sólo su pijama puesto después de todo, Steed la
sacó de la cama a las 4:45 de la mañana, que para fines
del verano inglés ya es de día y afronta la curiosa
situación con el mayor aplomo en todo momento. Viéndola
seguir los ejercicios respiratorios que una locutora propone desde la
radio del auto que toma prestado para hacer su recorrido (con el durmiente
dueño a su lado), o despistar a dos de los saqueadores en esa inolvidable
escena en la que posa de maniquí en una vidriera luchando
con su pantalón pijama que insiste en caer de su cintura
uno entiende plenamente que Purdey es tan impasible como Steed en situaciones
de tensión. La misma calma, la misma mesura, la misma flema inglesa.
La misma de Steed, sí, el que luego de dejar knock-out a dos de
los bandidos tras una maniobra memorable, sale comentándole a Gambit
los resultados del cricket que acaba de leer en el diario, tal como si
estuviera hablando de sus sandwiches de pepino en "Small Game for
Big Hunters".
Steed y Gambit aparecen juntos durante
todo el episodio, dando lugar a una particular camaradería que
no siempre tuvimos oportunidad de observar tan de cerca. Por alguna razón
que Gambit no es enteramente capaz de dilucidar, Steed insiste en tomar
un trago en el departamento de éste y luego quedarse a pasar la
noche discando continuamente el número de un colega en apuros,
sin resultado positivo. Es evidente que Steed busca compañía,
pero no precisamente femenina. "Me gusta esta casa, le
confiesa a Gambit. No es mi estilo, pero tiene estilo."
Gambit mantiene su distancia, sabiendo que algo está pasando que
inquieta a Steed, pero prefiere no intervenir.
El sentido altruista de nuestros Vengadores
es especialmente destacado en "Sleeper" cada vez que la cámara
se detiene en acciones tales como dejar un billete bajo la botella de
cerveza que acaban de consumir sin vaso, para poco beneplácito
de Steed o bajo el sombrero de un vagabundo durmiendo por ahí.
O como en el caso de Purdey, que renuncia a tentadoras joyas que tiene
al alcance de su mano, de las que podría apoderarse impunemente.
¿Todavía existen individuos así? Al menos en la pantalla
del TV...
Podría concluirse que cuando Purdey,
Steed y Gambit se encuentran casualmente en el helicóptero, ya
han vencido a los delincuentes, recuperado el dinero robado y devuelto
la dignidad al S-95. Hasta aquí no habría mucho de meritorio
para un show como Los Nuevos Vengadores. Pero sí lo hay. "Sleeper"
es un continuador natural de esa temática del suspenso, del desafío
a toparse con lo inexplicable, lo incomprensible e inquietante, que fuera
materializada con singular maestría en clásicos como "Don't
Look Behind You" y su remake "The Joker", "The Hour
That Never Was", "The House That Jack Built" y "The
Morning After". En ese genial manejo de la perplejidad y la reacción
en consecuencia y en el enfoque certero a cada uno de los Vengadores,
reside su mayor atractivo e interés.
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