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escribe Terylene
Este es otro de los conflictivos saldos
y retazos que dejó el productor pasante John Bryce, el que bajo
el título "Invitation To A Killing"
había filmado una historia que pocos meses después retomaría
Ray Austin al frente de la dirección. Por cierto, Ray Austin no
era un personaje nuevo en el set, sino el coordinador de dobles de las
épocas Peel, que pasaría con relativo éxito el desafío
de ocupar el sillón de director en este episodio debut y años
más tarde, haría lo propio en varios episodios de Los Nuevos
Vengadores. Sin embargo, Austin tuvo que asumir la difícil tarea
de sacarle el mejor lustre posible a una colección de diversas
tomas ya existentes y re-filmar otras. Se cuenta incluso, que hubo otros
dos directores no acreditados para darle una mano. ¿El resultado?
Nada extraordinario, pero tampoco desprovisto de interés.
Dentro de una temática que se encuentra
más de acuerdo con el espíritu de Los Nuevos Vengadores
que con el de la serie original (otros incluso, la vinculan con Los Profesionales),
"Have Guns - Will Haggle" se desarrolla con un ritmo dinámico,
gran acción e interesantes peleas, sobre todo por parte de Tara.
Los pocos momentos de humor sutil que adornan el episodio están
a cargo, casi como siempre, de Steed, el que raramente se olvida que tiene
un Patrick Macnee adentro ("La lealtad, entre otras cosas, es
algo que me inculcaron en Eton", dice por ahí). Y la escena
de la subasta, en la que los contrincantes Nsonga y Steed pretenden decidir
a quién la villana de turno le bajará el martillo, contando
hasta el dinero de sus billeteras, aparece decididamente divertida. Ya
que lo mencionamos, Nicola Pagett entrega una brillante performance como
la perspicaz cínica Lady Beardsley, a quien sólo le interesa
la venta de armas y nada más. No poca cosa para una serie cuyos
personajes femeninos, ya sea por una u otra razón, siempre dieron
que hablar.
Y ya que estamos con los detalles no convencionales
en Los Vengadores, ¿qué decir de un actor de color en el
rol principal de este episodio? El hecho de haber invitado al senegalés
Johhny Sekka para personificar al coronel Nsonga, sin duda dio por tierra
con una de las reglas de oro que caracterizaron muy especialmente las
épocas Peel--nada de policías, mujeres muertas, chicos,
sangre o gente de color. Sin embargo, aún cuando el rol de un "buen
tipo" en lugar del de un enemigo del Tercer Mundo hubiera lucido
de maravillas en tan refinado actor, su coronel Nsonga está brillantemente
retratado. Quienes deseen ver a Sekka en un papel de "bueno"
pueden darle una breveojeada a una vieja película llamada
"The Bloodsuckers" (televisada por Uniseries bajo el título
"Incienso para Malditos"). Lástima que ni siquiera un
impresionante elenco de ilustres ex-Avengers Patrick Macnee, Peter
Cushing, Patrick Mower, Imogen Hassal, Valerie Van Ost y el propio Johnny
Sekka más el ex-Justiciero Edward Woodward, logró
rescatar esta patética muestra de la cinematografía europea.
Volvamos a lo nuestro. Como muchas otras
veces ocurrió, Tara se convierte una vez más en la damisela
en desgracia, encerrada en un mísero galpón repleto de explosivos
y con una larga mecha encendida corriendo a su encuentro. Pero aquí
está lo curioso: ningún villano encendió la mecha,
sino que fue... ¡Steed! Notable resulta apreciar la aparente calma
de un Steed que debe rescatar a su protegida en una misión tipo
imposible, abriendo sus esposas en menos de 30 segundos, preferentemente...
si es que no quiere terminar con un molesto cargo de conciencia de por
vida.
En fin, muchas armas en el episodio de
una serie que se empeñó siempre en no mostrar violencia,
pero con interesantes resultados que demuestran que el metraje dejado
por Bryce, al menos fue medianamente bien aprovechado. No es poco.
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