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escribe Gonzalo Ciarleglio
"Get-A-Way!" es un episodio que, aún teniéndolo
todo, no logra mantener nuestra atención ni engancharnos con su
trama. Su idea básica, con los agentes enemigos que escapan de
un monasterio-prisión mimetizándose con el medio, es original
y absurda. Después de todo, si aceptamos que un hombre pueda morir
ahogado por la lluvia en medio de un campo, o nos bancamos la existencia
de rayos reductores, seguramente podremos tolerar que un ser humano se
mimetice con su entorno para evadir su encierro frente a los ojos de todo
el mundo...
No hay que olvidarse que estamos en Avengerland, donde todo puede suceder,
incluso las tramas mal desarrolladas.... ¿Qué pasó,
Mr. Levene? ¿Dónde quedó el tongue-in-cheek,
la diabolical mastermind, la intriga, el no saber qué ocurrirá?
Mostrar cómo escapa un prisionero no es malo. ¡El problema
es repetirlo tres veces! Tal vez si tuviéramos una mastermind
como la gente, no sería necesario redundar en escenas ya vistas
para rellenar espacio, como sucede por ejemplo en "The
Cybernauts", en donde los robots matan a su blanco asignado,
pero siempre regresan a su amo, quien goza con los desmanes que provocan
sus creaciones. Esto nos permite tener a alguien a quien "odiar",
además de proveernos una buena excusa para mantenernos despiertos
viendo el episodio, ya que queremos ver qué será del malvado
doctor Armstrong. Lamentablemente no correremos esa suerte en "Get-A-Way!",
cuyos insulsos villanos podrían contarse entre los más aburridos
de toda la serie.
Si Levene trató de hacer pasar a Magnus o a Ezdorf por un mastermind,
debemos decir que fue un pésimo intento ya que ninguno de los dos
amerita como lunático lo suficientemente perturbado para atentar
contra el mundo. Magnus interviene poco en el show, apenas cumpliendo
órdenes de un misterioso y desconocido superior. Y Ezdorf, aunque
en mayor grado que Magnus, es un simple peón en el juego, que no
hace más que llevar adelante las directivas de su anónimo
jefe. Más allá de los buenos intentos de Peter Bowles, Ezdorf
es, por donde se lo mire, una persona bastante más cuerda que Monty
Bristow de "Game" (El Juego) o Max Prendergast de "The
Joker" (El Bromista), arquetipos de mastermind personificados
por el genial Peter Jeffrey.
Otra falla de la trama es su falta de humor, que la hace pesada y monótona.
Apenas si encontramos unas pocas líneas divertidas, como:
Tara: - "¿No creerá en el hombre invisible, o si?"
Steed: - "Sólo cuando no puedo verlo."
¡Pues tendrás que creer, mi querido Steed, puesto que el
verdadero hombre invisible aquí es el humor!
El fallido "Get-A-Way!" pertenece a esa primera serie de episodios
de la temporada Tara King en donde los productores habían decidido
cambiar la fórmula del show, llevándolo de "vuelta
a la realidad", al más puro estilo de las temporadas
Gale. Pero aún los episodios de Cathy "la reina
del videotape" tenían más chispa y swing que
este plomazo mal habido, debido, probablemente, a que en su evolución
fueron siguiendo precisamente el camino inverso: despegarse de la realidad,
especialmente hacia finales de la temporada tres.
En conclusión: A pesar de sus fallas, "Get-A-Way!" no
puede contarse entre lo peor de Tara King. Algunas actuaciones y un par
de buenos momentos lo convierten en un episodio decente; aunque lo mejor
de la temporada estaría por venir.
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