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¿La Peor De
Todas? |
Breve, confuso y pretencioso ensayo sobre la decadencia y caída de Los
Vengadores, en dos partes, un intermedio y un epílogo.
Steed Alcanza La Divinidad
Tara Es Expulsada Del Paraíso!
escribe (en primera persona) Carlos
Primera Parte (Inevitable)
Un poco de historia personal a manera de introducción
Mi
primer contacto con Los Vengadores ocurrió a finales de la década del
sesenta, cuando Canal 13 de Buenos Aires comenzaba a emitir por primera
vez en la Argentina los episodios de la temporada cuatro (Emma
Peel, blanco y negro).
Dejando de lado las implicancias estéticas
que generalmente conllevan los diferentes soportes fílmicos, en realidad,
el hecho de que fueran en blanco y negro era irrelevante, ya que en la
Argentina la televisión fue monocroma hasta el año 1980. Por eso, más
allá del formato original que tuviera cada temporada, para los argentinos
no habría Vengadores en color hasta 1989, cuando el Kenia Sharp Club,
un miscelánico programa de la trasnoche de Canal 7, volviera a emitir,
después de muchos años, algunos pocos episodios de la temporada cinco
(Emma Peel, color), en forma tan esporádica
como desordenada. (Ver más)
Para el tiempo de aquellas primera emisiones
en Canal 13 yo era todavía un niño. Y aunque Emma Peel –que en aquél entonces
era tan sensual como ahora– y el clima absurdo y fantástico que
emanaba la serie me fascinaron de entrada, yo no había madurado sexualmente
aún y mis principales intereses rondaban otras áreas.
Años después, durante algún período de
1974 que escapa a mi memoria, Canal 9 de Buenos Aires retomó la emisión
de Los Vengadores poniendo en el aire la temporada 6 (Tara
King) de lunes a viernes, en el maravilloso horario de las 23.30 hs.
Mi romance definitivo con la serie comenzó
allí, cuando recién llegado a casa del colegio vespertino y mientras devoraba
la cena que mi vieja me había dejado en el horno, enriquecía el festín
degustando junto a él episodio tras episodio. Para ese entonces mi libido
ya estaba en acción y los ojos claros de Tara King (recuerden que no había
color) se convirtieron rápidamente en uno de mis intereses principales.
Nunca lo supe muy bien ni lo consulté con
mi analista, pero tal vez debido a esta primera impronta, los episodios
de la temporada 6 de Los Vengadores siempre me parecieron, en términos
generales, buenos. Seguramente también por ese impacto inicial que me
produjo la imagen de Tara King, nunca pude sentir por ella la aversión
que manifiestan la gran mayoría de los fans. Hoy en día, siendo ya adulto
y pudiendo apreciar la serie en su totalidad, mi inclinación se vuelca
naturalmente hacia las ediciones Peel -especialmente la maravillosa y
monocroma temporada cuatro, curiosamente la primera que tuve oportunidad
de ver en mi vida. Pero más allá de mis actuales posibilidades de evaluación
de Los Vengadores en su conjunto, y de que mi sexualidad funciona ahora
en otros niveles hormonales, mi cariño y consideración hacia la pobre
Tara se mantuvo invariable a través del tiempo.
Siempre pensé que la sexualidad ocupa un papel destacado en la formación
de los criterios estéticos de las personas, pero ese tema quedará para
otro artículo. La intención central del presente escrito, hechas las salvedades
del caso, consiste en especular acerca de las diferentes falacias esgrimidas
en torno a Tara King-Linda Thorson y de cómo esta mitología tramada en
torno a ella colaboró en eclipsar a los verdaderos responsables del fracaso
de sus temporadas y de la definitiva caída de la serie.
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