|
Lawrence, Thomas Edward (Lawrence de
Arabia)
Militar
británico, arqueólogo, diplomático, escritor.
* escribe Javier Rossi
Nacido en 1988 en Tremadoc, un pequeño pueblo al norte de Gales,
su familia se instala, poco después, definitiva y premonitoriamente
en Oxford, donde T. E. Lawrence estudia con devoción historia antigua.
Más tarde se interesa por la arqueología, graduándose
con honores en 1910. A los 17 años ya estaba alistado en la artillería
real. Viaja por todo medio oriente a pie, explorando cada palmo de terreno,
como resultado de su viaje como asistente del Museo Británico durante
una excavación en el Eufrates (hoy Iraq). En 1914 estalla la Gran
Guerra y el estado mayor lo requiere en el Departamento de Inteligencia.
Su destino es El Cairo.
Comienza
la leyenda. Los ingleses deben apoyar a las tribus árabes en su
enfrentamiento con los turcos, aliados estos de los enemigos alemanes.
Lawrence acaudilla a los guerrilleros del desierto. Vence en mil batallas.
Por primera vez, desde los tiempos de Mahoma, los árabes presienten
un destino común. La silueta de T. E. Lawrence se agiganta. La
tropa lo venera. La oficialidad lo admira. Confiado, promueve la causa
de la independecia Árabe en la Conferencia de Paz en Paris, pero
la alta jerarquía lo traiciona.
Conferencias, pactos, acuerdos que solo sirven para repartir el territorio
entre las potencias triunfadoras. Hastiado, Lawrence renuncia a su cargo
e intenta reconquistar las emociones de su agitada vida militar ingresando
a la RAF (Royal Air Force) bajo un seudónimo. Descubierto por la
prensa cuatro meses más tarde, es pasado a retiro.
Triste, llega el retiro de "Lawrence de Arabia". Amargado,
desilusionado, se reintegra a la vida cotidiana, anónimamente.
Desprecia la pasiva existencia que le toca protagonizar y vuelca sus memorias
en un volumen inmortal. "Los Siete Pilares de la Sabiduría"
(Seven Pillars of Wisdom). La sabiduría habita en una casa de siete
pilares, dice La Biblia, y el libro rebalsa de pensamientos profundos.
Parece escrito por un hombre que vivió mil años. Pero Lawrence
continúa sufriendo su amarga condición y, para mitigarla,
decide cultivar una pasión desenfrenada por la velocidad y las
motocicletas.
En
el año 1985, un guión cinematográfico, rescata la
anécdota de una militante de la resistencia que nunca se adaptará
a las convenciones burguesas de posguerra. Se trata de "Plenty",
protagonizada por Meryl Streep y Sting. Pero en los años 60, ¿pudieron
reparar otros escritores en la figura de Lawrence de Arabia? Claro que
sí. La gran superproducción cinematográfica homónima
(1963), con Peter O'Toole en la piel del héroe, inmortalizó
un mito. Además, Lawrence de Arabia aparece también en la
portada del Sgt. Pepper de Los Beatles, ese collage psicodélico
que representa el Olimpo ideal de cuatro jóvenes ingleses de clase
trabajadora.
Pero
parece que también los guionistas de Los Vengadores se inspiraron
en él, ya que la vida de Lawrence de Arabia termina exactamente
igual al comienzo de un episodio de la serie: los apacibles pueblerinos
de "Clouds Hill", en Dorset, Inglaterra, donde Lawrence tenía
su casa de campo, observaban desde hacia largo tiempo como un imprudente
motociclista desafiaba la serena tranquilidad de la campiña con
sus corridas imprudentes. Intuían el trágico desenlace.
T. E. Lawrence murió en 1935, a consecuencia de un accidente motociclístico.
Encuentro irrefutable la similitud entre la vida y muerte de Lawrence
de Arabia y la trama central del episodio The
Danger Makers (Los Amantes Del Peligro). ¿O serán sólo
ideas mías?
|