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El Steed De Cathy Gale –Y Venus Smith–
(1962-1964)
La
descripción de Rogers permanecería casi letra por letra en la siguiente
temporada, cuando Ian Hendry haría las valijas y por otro lado, los televidentes
podríamos por fin apreciar los episodios y enterarnos de cuáles eran esos
"medios".
Uno de los cambios más evidentes en la
transferencia primera-segunda temporada, fue el hecho de haber elevado
a Steed de mero asistente (aunque de primer nivel, eso sí) a figura principal.
Este ya no sería el show de Hendry, sino el show de Macnee, más...
Claro está, la irrupción de un personaje
femenino, obviamente traería aparejada ahora una nueva relación humana
en la que Steed ya no tendría una estrecha relación laboral con un médico
recto y bonachón, sino con una mujer también con estudios universitarios,
tenaz, dinámica, de férreo carácter, que no se limitaría precisamente
a empezar a los gritos cuando alguien la atacara de sorpresa.
De hecho el factor sexual entraría por
primera vez en escena y condicionaría una buena parte de un comportamiento
de Steed que no estaba presente en la era Hendry. Sin embargo, Steed también
arrastraría todas sus demás facetas que ya habían asomado en él cuando
era socio del Dr Keel y las expandiría aún más, orientándolas hacia la
acabada definición de ese urbano, elegante y sofisticado galán cuya imagen
todavía en esta etapa no estaría ni perfecta ni cabalmente delineada.
Es por eso que el Steed de Cathy Gale y
Venus Smith aparecía como un personaje más bien arrogante, seguro de sí
mismo, un tanto irreverente, sumamente divertido y con un sentido del
humor preferentemente directo más que irónico. Muchas veces apelaba a
medios drásticos y poco caballerescos con tal de cumplir su objetivo,
fueran éstos desde recurrir a los revólveres con marcada asiduidad, hasta
aceptar sobornos, unirse a bandas de mafiosos o incluso usar personas
inocentes como señuelos o rehenes.
Su actitud hacia las mujeres en general
era levemente chauvinista y ciertas veces no parecía ser demasiado cortés.
Quizás estos rasgos se hayan hecho presentes porque precisamente Cathy
Gale no solía ser demasiado amable con él, al menos en la segunda temporada.
Daba la impresión de haberse creado una relación de reciprocidad en la
cual si bien muchas veces eran vistos juntos desayunando o charlando en
el departamento de Steed, cada cual tomaba su distancia y parecía saber
muy bien hasta adónde llegaban sus límites.
Con Venus Smith la situación era ligeramente
diferente. Para Steed, Venus aparecía meramente como una cantante de salón
(cuyos méritos como tal son eminentemente discutibles, hay que admitirlo),
una amateur y asistente ocasional, que ignorante del verdadero alcance
del trabajo de él, no obstante gracias a su simpatía y a su encanto para
cosechar diversas amistades podía resultarle útil para llevar a cabo ciertas
averiguaciones vitales. De hecho Steed aprovechó estas cualidades de Venus
y las manipuló a su antojo en el primer episodio, The Decapod (El Decápodo),
aunque luego iría lentamente estableciendo cierta afinidad con ella, que
se haría más bien visible en el último, A Chorus Of Frogs (Un Coro De
Sapos). Pero el relativo cinismo que asomó del Steed de Venus, obviamente
resultó mucho más acentuado del que afloró del Steed de Cathy. Una vez
más, Steed sabía hasta dónde llegaban sus límites: Venus era una chica
frágil que aunque eficiente, prefería esconderse bajo una mesa antes que
participar de una pelea o hacerle frente a un villano. Cathy, por el contrario,
nunca tuvo inconvenientes en decidir cuál era su papel en esas circunstancias.
En la tercera temporada, que corresponde
exclusivamente a Cathy Gale, Steed emerge como un personaje mucho más
ligado afectivamente a su socia. La relación entre ambos es más fluida
y las preocupaciones de él por ella y sus peligrosas misiones, como así
también sus atenciones para con ella crecen ostensiblemente, en especial
cuando Cathy resulta herida tanto en The Wringer (El Extorsionador) como
en Lobster Quadrille (este último no visto en la Argentina). También Cathy
se vuelve más solícita cuando Steed se ve en apuros, tanto en The Nutshell
(Cáscara De Nuez) como en la ya citada The Wringer.
La
camaradería creada entre ambos se va fortaleciendo visiblemente
y a veces los sorprendemos en escenas que dejan un amplio margen para
la duda acerca de si su relación es puramente laboral. En
el final de Man With Two Shadows (Hombre Con Dos Sombras) episodio en
que Steed es duplicado por otro personaje hecho a su imagen y semejanza,
la aún incrédula Cathy le pregunta cómo podría
saber que él es el Steed que conoció hace un año
atrás y él, a modo de anticipo de lo que Emma haría
en The Forget-Me-Knot (No Me Olvides), le susurra algo al oído...
para terminar los dos con una carcajada. En ese mismo episodio, en el
que Steed toca el timbre del departamento de Cathy y ella lo recibe en
ropa interior (o algo que mucho se le parece) mientras habla por teléfono
¡ambos se quedan tan tranquilos como si hubieran visto llover! Pero
nadie impide la consecuente miradita de aprobación de Steed, acompañada
de una sonrisa cómplice y lasciva. Uno se pregunta por qué
extraña razón ambos se muestran tan cómodos ante
la exhibición de los atributos físicos de Cathy; ¿acaso
en el pasado Steed había visto algo más de ella? No podemos
asegurarlo.
Y a tal efecto, ¿no sería dable también
añadir la escena del mismísimo primer episodio de Cathy, Death
Dispatch, en el que Steed se aparece en la habitación de hotel de Cathy,
vestido con una bata y luciendo sus piernas desnudas, lo cual hace suponer
que no lleva nada debajo? "Camuflaje", le aclara solemne
a una impávida Cathy (a quien, al menos en ese episodio, llama de ese
modo y no Mrs Gale) abriéndose la bata y mostrándole sus pantalones arremangados
a la rodilla.
Ya que mencionamos la vestimenta, vamos
a traer a colación otro aspecto muy importante y sumamente usual del Steed
de las primeras épocas, que salvo ínfimas excepciones, no volveríamos
a percibir en las temporadas de Emma, Tara o Los Nuevos Vengadores.
Si
bien Patrick ya había diseñado la estampa de su personaje dotándolo de
un impecable traje de tres piezas, bombín, paraguas y botas Chelsea, en
varios episodios, particularmente los de Venus, ese no sería el standard.
Es así como no hay mejor época que la de Cathy Gale-Venus Smith para apreciar
que Steed de hecho parecía tener un guardarropa bastante surtido en su
departamento. Lo hemos visto usando remeras, generalmente rayadas, camisas
de mangas cortas, casacas, camperas livianas, shorts de baño, anteojos
oscuros, zapatillas de playa, gorras, sombreros que no son bombines...
Y si hay que decir la verdad, ni siquiera lució ninguna de estas ropas
en una escena del episodio Mr Teddy Bear (nunca visto en la Argentina
hasta el momento), en la que se despoja en cámara de todo o casi,
claro lo que tiene puesto, para que One-Ten y Cía. puedan chequear
si el villano de turno ha introducido algún tipo de veneno u otro mortífero
instrumento entre sus pertenencias. Toda una revelación del futuro dandy
circunspecto...
Otra característica que también quedaría
en el limbo en las épocas subsiguientes, serían los distintos perros que
Steed tuvo como mascota en su departamento. Como señaláramos anteriormente,
ya desde los tiempos del Dr Keel, Steed había adquirido un Gran Danés
llamado Juno. Este perro continuaría apareciendo en algunos episodios
de Cathy Gale hasta que, según puntualiza Dave Rogers en su libro "The
Complete Avengers", resultaría muerto en un accidente de subte, justamente
cuando lo llevaban al estudio para grabar una escena. Su reemplazo fue
su hermana Junia, con la cual se grabó el episodio Death Of A Great Dane
(La Muerte De Un Gran Danés vaya ironía) que luego sería filmado
en 1967 con Diana Rigg bajo el título The
£50000 Breakfast (El Desayuno De 50.000 libras).
Pero los perros de Steed continuaron. Al
final de Mr Teddy Bear, Cathy le pregunta a Steed cómo se llama el dálmata
una hembra, presumiblemente que acababa de adquirir y él le
contesta Freckles (Pecas). Sin embargo creemos que su mascota más durable
ha sido Sheba, una hembra cruza con galgo, la cual ha demostrado un gran
apego por Steed (¿o deberíamos decir Patrick, ya que la dueña del animal
era Catherine Woodville, su novia de entonces?) La relación entre Steed
y Sheba ha sido adorable: lo vemos sacándola a pasear en el parque de
Conspiracy Of Silence (La Conspiración Del Silencio), invitándola a subir
a su falda en The White Dwarf (El Enano Blanco), tomándola cariñosamente
en sus brazos en Man In The Mirror (El Hombre En El Espejo), dándole a
Cathy precisas instrucciones sobre cómo debía alimentarla durante su ausencia
y luego besándola como un chico al final de The Big Thinker (El Gran Pensador)...
La de conferirle mascotas al estilo de
sus fieles compinches, como una exteriorización de su cariño hacia los
animales, ha sido una delicada faceta que se le otorgó al Steed de las
primeros tiempos y que lamentablemente, quizás en un intento de darle
otra dimensión más sofisticada, sería puesta a un lado a partir de las
épocas en que el show comenzó a ser producido en film.
Y claro, no hay que concluir nuestro comentario
sin tratar antes otro tema mencionado en la página anterior, característico
de las temporadas Keel-Gale y que recién habría de reiterarse, aunque
con sustanciales modificaciones, en la época de Tara King: el de los superiores
de Steed. Si bien era un agente que se movía por su cuenta y orden, Steed
y a veces Cathy ocasionalmente visitaba o era visitado por
un oscuro personaje con nombre extravagante (One-Ten, One-Six, One-Twelve,
es decir, Uno-Diez, Uno-Seis, Uno-Doce) con quien discutía algunos
aspectos de las misiones en las que se hallaba envuelto, en los lugares
más inimaginados: una exposición de arte, un remate, un vestuario de gimnasio,
o lo que fuere. Según describe Rogers en su libro, estos personajes eran
los únicos enlaces con la autoridad oficial, su presencia debía ser
mantenida en un mínimo y no se requería que aparecieran en todos los episodios.
Quizás por eso, Steed siempre gozó de una virtual autonomía en su trabajo,
confiriéndole a la serie, en palabras de Patrick, un toque de academicismo
y una serena autoridad. Hasta que vendría Tara con su jefe Mother...
Siendo protagonista de una temporada en la que tuvo que buscar una clara
definición de su personalidad, el primitivo Steed, como se lo suele
llamar en esta etapa, ha sobresalido en muchos aspectos que luego serían
profundizados en el futuro. Pero también ofrece la imagen de un
Steed que no volveríamos a ver: el profesional irreverente que
se movía en un mundo real al estilo del más refinado policial
negro; el que enfrentaba las situaciones de modo directo y no concienzudamente
premeditado; el que era capaz de dirigirle una sonrisita burlona a su
compañera de rubro, con cierto aire de machismo sutilmente exacerbado;
el que con gorra y camperas con abrigo de piel también demostraba
que tenía su glamour, más allá del bombín,
el paraguas y su impecable estampa de maniquí almidonado.
Fotografías exclusivas, gentileza de Alan
y Alys Hayes.
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