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escribe Mackidockie
Tony Williamson nos brinda un
excelente ejemplo de cómo se puede escribir un episodio de ciencia ficción
apoyándose en bases científicas, dejando contento tanto al escéptico
como al creyente. Un experto en electrónica de nombre Grey aparece estampado
en la pared de su oficina, hecho que activa las brillantes mentes de
Steed y Emma. El caso se vuelve definitivamente bizarro cuando los papeles
sobre un proyecto relativo a la electricidad y las ondas radiales que
Grey guardaba en una caja fuerte, aparecen quemados. Como Grey es el
segundo de los científicos involucrados en este proyecto que aparece
asesinado, Steed envía a Emma con uno de los tres restantes, en este
caso Jubert, para protegerlo. Lamentablemente nada puede impedir que
Jubert termine estampado en su respectiva pared. Mientras tanto, Steed
visita Risely Dale, residencia del Proyecto 90, pero su atracción hacia
cierta camioneta azul es tal (¡Steed, ni a las camionetas les das un
respiro!) que termina con los pelos parados y el bombín volado. A la
llegada de Emma, y con Steed ya recuperado, el líder del proyecto, Creswell,
los recibe en su casa y les cuenta que el prometedor Proyecto 90 había
sido archivado sin motivo aparente. Jugándola de agente de campo, Emma
descubre una huella de mano hecha con un maquillaje grasoso en un árbol
cercano a la casa de Creswell. Para intentar averiguar más sobre este
proyecto, Steed debe "sacrificarse" una vez más al "tirarle los galgos"
a la secretaria de Grey, pero grande es su sorpresa cuando el resto
de los papeles del proyecto están también hechos cenizas (y encima no
logra "levantarse" a la secretaria).
Lo único que le queda es visitar a Mankin,
el quinto científico, esperando que no termine como los anteriores.
Incrédulo al principio, Mankin finalmente se convence de que algo raro
está ocurriendo, pero ¿adivinen qué? .... síííí, ¡termina igual que
sus colegas!. Cuando Emma llega al lugar de los hechos también recibe
una dosis de "la camionetita explosiva", y todo parece haber terminado
para nuestra heroína, pero a los pocos minutos se aparece para sorpresa
de Haworth, el ayudante de Cresswell, vivita y coleando, y hasta se
da el lujo de quitarle una muestra de maquillaje de su cuello usando
sus técnicas femeninas, no sin antes encajarle una patada a Steed por
hablar de más. Con sus tubitos y sus brebajes raros, Emma descubre que
el maquillaje es una mezcla de aceite y aluminio que actúa como aislador,
pero en un descuido es "shockeada" por Haworth en su traje de "muchacho
eléctrico". Ahora será usada como cebo para atraer la atención de Steed
y electrocutarlo, pero éste, aprendiendo de Emma, se pone zapatos con
suela de goma, y liberada Emma, sólo resta mandar a los chicos malos
a la silla eléctrica ... lástima que Steed y Emma no se quedaran "pegaditos"
una temporada más, ¿no?
Gracioso y nostálgico, un episodio donde
las miradas y gestos de Diana Rigg y Patrick Macnee a esta altura hablan
por sí solos, y revelan una complicidad que nos pone sentimentales al
escuchar a Steed decirle a Emma que son inseparables. El golpe en el
tobillo, la llave tibia, una Emma envuelta en aluminio, y el final en
el Bentley hacen de este episodio uno de los favoritos entre los adictos
a esta "pareja" de los '60.
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