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escribe Mackidockie
Siguiendo en la línea de la robótica
iniciada con "The Cybernauts" (al cual se hace clara alusión mientras
Emma mira un programa de televisión), este episodio ofrece más de un motivo
para incluirlo en la lista de "Las Joyitas de Los Vengadores".
¡Hay que tener mucha mala suerte para
atropellar con el auto dos veces a la misma persona! Este inusual hecho
da inicio a una nueva jornada laboral de Steed y Emma, sólo que al llegar
a la escena del segundo accidente el cuerpo había vuelto a desaparecer.
¡Cosa e'mandinga! En realidad el diablo no tiene nada que ver en esto,
sino que es una ambulancia la encargada de llevárselo para que a los
dos segundos vuelva a escaparse y a dedicarse a destrozar cuanta radio
transistor se le cruza en su camino. Siguiendo los restos de radios
dejados por este extraño "hombre", Steed llega a una casa aparentemente
abandonada, pero es atacado por nuestro amigo, el hermano de "El Increíble
Hulk", pero por suerte llega justo a tiempo un grupo de "hombres de
blanco" y con mucho esfuerzo logran controlar al sujeto, caso contrario
Steed hubiera terminado hecho papilla...
A pesar de tener su cuerpito adolorido,
Steed persigue a la ambulancia a todo galope, cual Hombre Nuclear, hasta
que llega a su destino, la Unidad de Investigación Neoterica. Aprovechando
sus credenciales de persona poderosa, logra una entrevista con el hombre
a cargo del trabajo super-secreto, el Profesor Stone, que no es otro
que el sujeto buscado vivo ó muerto (ja, ¡como si eso fuera posible!).
A todo esto, Emma entrevista a un aficionado a la "amistad por radio"
(lo mismo que ahora se hace en Internet) que generó interferencias radiales
que dificultaron las investigaciones de Stone y lo hicieron enojar (¡uuuuuuh!).
Por ponerse a probar su juguetito, el radio amateur termina sus días,
justo en el mismo instante en que Stone, declarándose enfermo, se retira
de su entrevista con Steed (ya se imaginan como termina esto, ¿no?).
Sintiendo curiosidad por cierta sección super-super-secreta de la Unidad,
Steed consigue el permiso para ingresar y encontrarse con otro Profesor
Stone, una réplica del original, capaz de pensar por sí mismo (bah,
un semi-robot). En busca de los planos de construcción de las réplicas,
Emma es hecha prisionera por Penrose, el ayudante de Stone, y lo mismo
le ocurre a Steed, al intentar inocentemente advertirle a Stone del
peligro de estas réplicas. Gracias a una mini-radio que el precavido
Steed lleva consigo, a las réplicas de Stone y Penrose se les cruzan
los cables y quedan fuera de combate. Pero no son las únicas con problemas
de fabricación, ya que el pobre Steed-robot no pasó el control de calidad
... ¿cuál habrá sido la falla?
Un episodio bien "a lo Frankestein",
¿y qué otra cosa podía esperarse de Christopher Lee?. Con incontables
momentos imposibles de olvidar, como la réplica de Stone repitiendo
los movimientos del barquito, la partida de ajedrez del radio aficionado,
o el enfrentamiento de Steed y Emma con las réplicas. Sutiles reproches
a la política británica y al avance tecnológico. Para volver a ver y
preguntarse cual habrá sido el destino de Los Vengadores de plástico...
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