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escribe Mackidockie
La idea es bastante original, los
actores invitados brindan más de lo esperado si consideramos que
sus personajes no están del todo delineados, y el tándem
Rigg-Macnee hace su trabajo acostumbrado balanceando comedia con drama,
pero (siempre hay un pero) a pesar de su aparente perfección este
episodio no logra entusiasmarme como otros. Es requerida la presencia
de los Vengadores al aparecer muerto un agente en la casa de un Jefe de
Defensa. Parece que información super importante que sólo
cuatro personas conocen se filtró (¡alguien abrió
la boca!), y al visitar al primero de estos ilustres personajes Steed
lo encuentra envuelto en sus juegos de infancia. Cuando vuelve al mundo
de los adultos recuerda haber soñado con su niñera y su
pelota a rayas. Pero esta niñera, apellidada Roberts (no, Julia
no), no era una más del montón sino que se encargaba de
cuidar a todos los "niños bien" de la realeza, entre
los cuales se incluían todos estos señores que no saben
guardar un secreto. Cuando el segundo Sir es encontrado por Emma en el
mismo estado de alucinación que el primero y con una pelota similar,
son dos las pistas a seguir. En la juguetería para la realeza Steed
no consigue ni siquiera que le vendan una miserable pelota, las cuales
se fabrican únicamente para la escuela de niñeras manejada
por la niñera Roberts.
Ya en la escuela Steed intenta ver a
la ahora anciana niñera, haciéndose pasar por un antiguo
pupilo, pero sólo consigue ver una oscura figura que no aclara
nada de lo deseado. Mientras tanto, Emma halla a la tercera víctima
de la pelota encantada al tiempo que logra ver a una niñera muy
ágil subiéndose a una camioneta. La charada de Steed es
rápidamente descubierta y para callarlo su no-niñera le
envía una pelota negra que resulta ser una bomba (¡niño
Steed, eso le pasa por travieso!). Buscando respuestas se dirige a la
juguetería, pero el juguetero es asesinado ante sus ojos por
una caja de sorpresas (no pregunten, hay que verlo para entenderlo).
Indagando por la escuela, Emma encuentra a la verdadera niñera
Roberts y, al igual que los demás, al tocar una de las pelotas
rayadas se siente transportada a su niñez (que se ve que no fue
muy feliz que digamos, porque Philip Levene prefirió no mostrar
nada). En casa del Jefe de Defensa, la sopa se pone espesa cuando el
mismo Jefe toca una pelotita y se pone a jugar a indios y vaqueros con
Goat, el cerebro detrás del "niñeragate",
pero una pronta intervención de Steed y Emma altera al pobre
Jefe que termina cometiendo un "niñeracidio".
Como comentaba al principio, todo está
a pedir de boca en este episodio dedicado al niño que todos llevamos
dentro. Steed deja claro que lo suyo no es la paternidad, como ya lo
había hecho en The Cybernauts (con esa muñequita,
¿se acuerdan?), y Emma es tan maternal como Faye Dunaway en Mamita
Querida. La combinación de niños con una niñera
provista de ametralladora, y de una caja de sorpresas cuya sorpresa
es una pistola demuestra la versatilidad y osadía de esta serie,
pero a pesar de todas estas maravillosas cualidades aún no consigo
que su calificación sea de cinco bombines... ¿será
porque nunca tuve niñera?...
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