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escribe Terylene
Un auténtico festín de
la época en la que Los Vengadores aún retrataba historias
de espionaje de primer nivel, en lugar de la onírica Inglaterra
de las temporadas Peel. Y si además cuenta con el aditamento de
presentar a Steed como sospechoso de traición, por más que
para el público resulte una patraña insostenible, el atractivo
aumenta en proporción directa a nuestra intriga.
Lo que probablemente más llama la
atención en "The Wringer," es la dimensión que
cobra el rol de Mrs Gale, la que guarda sus paralelos con un episodio
antecesor, "Man With Two Shadows" y que curiosamente presenta
casi el mismo elenco. En este último, Steed era reproducido a imagen
y semejanza en el cuerpo de un impostor y Cathy debía decidir cuál
de los dos era el "verdadero." En "The Wringer" Steed
es acusado de traición y Cathy debe probar su inocencia. Pero en
ambos casos, es ella quien primero debe convencerse a sí misma
de que conoce a Steed lo suficiente como para no arribar a conclusiones
equivocadas. Esto demuestra que a esa altura, el entendimiento entre ambos
llegaba a niveles mucho mayores de lo que podría esperarse para
una pareja de agentes secretos trabajando juntos durante un tiempo. Si
ese entendimiento iba incluso más allá de su relación
laboral... al menos en este episodio, no queda claro.
Por otra parte, el afecto que Cathy demuestra
por Steed es conmovedor. Fijémonos cómo procede con él
al comprobar los efectos de una irritante tortura psicológica que
ha reducido a Steed a un mero individuo sólo obsesionado por el
tiempo y los relojes. Y también pongamos atención en ese
tiro que recibe en su brazo por liberar a Steed de su celda y su caótico
estado de shock, hecho que agrega un matiz heroico a un desempeño
de por sí original Cathy es la única socia de Steed
que resulta herida en cámaras (aquí, en "The Medicine
Men" y en "Lobster Quadrille").
No sería esta, sin embargo, la única
vez que la identidad y/o lealtad de Steed son absolutamente juradas y
perjuradas por sus colegas femeninas. Nótese que Tara hace lo propio
en "The Forget-Me-Knot" y en el
final de "They Keep Killing Steed" y luego Purdey repite lo
mismo en "Hostage." Pareciera ser que la fidelidad de ellas
hacia Steed es única e incondicional, a diferencia de la que exhibieron
sus jefes (Charles, Mother y McKay en los episodios mencionados), que
aunque no sin reticencia, llegaron a sospechar lo suficiente de Steed
como para entregarlo a las autoridades.
Volviendo a "The Wringer," notemos
también cómo Charles se refiere a Mrs Gale cuando la cita
en su oficina por primera vez: "¿Cómo se llama esa
dama que ayuda a Steed?" pregunta. Todo parece indicar que Charles
sólo tiene competencia sobre Steed, y Cathy juega un papel de amateur
con poca representatividad dentro del Ministerio. Sin embargo, no muchos
amateurs indagarían tan a fondo para resolver una cuestión
del tipo "quiero comprobar si a Steed lo traicionan o si yo soy
estúpida." Teniendo en cuenta que "The Wringer"
fue producido y televisado 6 meses después de "Man With Two
Shadows," donde la relación Charles-Mrs Gale se daba en otros
términos y Cathy nuevamente era el factor decisivo para definir
la suerte de Steed, la pregunta de Charles acerca de "esa dama que
ayuda a Steed" podría interpretarse como un error de continuidad.
En un episodio rico en exploración
de personajes, es muy interesante analizar, además, las otras dos
figuras claves de esta historia: Hal Anderson y el propio "The Wringer."
Anderson parece haber sido muy amigo de Steed, pero bajo el profundo condicionamiento
sufrido semanas antes en manos de "The Wringer," no vacila en
mandar al frente a un colega que no puede defenderse por falta de pruebas
contundentes. "The Wringer," digno de la ciega confianza de
Charles, es un villano mitad poeta, mitad intelectual, cuyos métodos
para "escurrir" o "exprimir" a sus víctimas
(de ahí su nombre) es tan sencillo como surreal: imágenes
fílmicas proyectadas sobre una de las paredes de la celda, conteniendo
motivos en espiral que por momentos hacen recordar la presentación
de "Vértigo" de Hitchcock y sonidos combinados
con el movimiento de esas espirales. Las cualidades de Terence Lodge y
su evidente habilidad para personificar maniáticos alienados, nos
mueve a la pregunta de por qué no fue convocado para otros episodios
de épocas posteriores. Sus actuaciones en "Man With Two Shadows"
y "The Wringer" son sencillamente descollantes.
Con todos estos frondosos detalles por
recalcar, no tiene caso traer a colación pequeños bloopers
típicos de una grabación producida en interiores en un estudio,
que eran imposibles de subsanar una vez cometidos. Es más, ya son
una marca registrada de las épocas del videotape. Así que
amigo lector, a olvidarse de puertas que no abren o tubos de ventilación
que se balancean como si fueran de papel: "The Wringer" ofrece
mucho más que eso.
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