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Series De TV Por El Tubo, Periodismo
Por El Caño...
escribe Carlos
Copete exageradamente inflamado (puede
obviarse)
Hoy
en día, cuando parece que "da lo mismo ser derecho que traidor"*,
la gente a la que todo le da igual, los corporativistas que sólo cuidan
lo suyo y acaban defendiendo los efectos de una política de medios que
nivela para abajo, contratando a personal barato en lugar de idóneo,
pregonan que no debe hacerse "periodismo de periodismo". Pues bien,
nosotros no estamos de acuerdo. El periodismo debería ser una tarea
noble al servicio de la información y la opinión pública. Quien opina,
periodista o no, está por supuesto en su derecho a emitir cuantos juicios
quiera. Después de todo, sus cavilaciones no son más que impresiones
subjetivas. Pero quién informa no puede tomarse las mismas libertades,
porque su única función es la divulgación de los hechos tal como los
hechos son, independientemente de los comentarios que puedan suscitar.
Es decir, a un periodista puede gustarle o no el cabello de Diana Rigg
y está en su derecho a opinar al respecto, pero más allá de sus opiniones,
éste es y seguirá siendo castaño (o caoba, para quienes gustan
de las precisiones). Nos parece que un periodista que incorpora información
falsa o inexacta está, en definitiva, desinformando. Y esto merece no
sólo el escarnio de otros periodistas, sino el de cualquier persona
a la que todavía le queden sentido común y un poquito de vergüenza.
Repetimos, no somos perfectos ni nos jactamos de no cometer errores.
Sólo nos da por el higado que la gente ande por ahí escribiendo
sobre lo que no sabe, y para colmo sin documentarse.
Cortando el bacalao
La brevísima nota que en esta oportunidad
ha sido objeto de nuestra ira (en rigor, se trata de una suerte de reseña)
lleva por escueto título "Los Vengadores" y forma
parte de una sección llamada "Series De Televisión
Por El Tubo". Aunque debemos admitir que no es tan horrorosa
como otras que han caído en nuestras manos, desafortunadamente siempre
hay un poco de pescado para cortar. De modo que pasen y vean, damas
y caballeros... (la negrita es nuestra).
"Se trataba de una de las series con
más simbología pop de todos los tiempos, una obra de arte y una serie
de culto popular. Era transgresora, absurda, cercana al cómic, con un
humor cargado de simbolismos y una provocación constante cada vez que
Emma Peel (Diana Rigg) se enfundaba uno de sus modelitos. Tuvo varias
etapas con distintas parejas protagonistas pero la que marcó una época
fue la formada por Jonathan Steed (Patrick Macnee) y miss
Peel."
Las primeras oraciones del párrafo nos
dan ganas de discutir un poco, pero convenimos en que son opiniones
del autor. De todas maneras, no podemos pasar por alto la última: el
nombre correcto del personaje protagonizado por Patrick Macnee es John
y no Jonathan. Por otro lado, aunque su marido Peter Peel está desaparecido
desde hace algunos años, Emma Peel está casada, y por lo tanto es señora
y no señorita, lo que en inglés se escribe Mrs y no Miss.
"Ambos eran agentes secretos
británicos y se enfrentaban a sofisticados villanos."
Dos errores en una sola oración. Hemos
dicho anteriormente en esta sección que no hay nada en Los Vengadores
-mucho menos una mención directa- que indique que John Steed sea un
agente secreto. En realidad, lo único que sabemos de él es que
es empleado de un ignoto "ministerio". Emma Peel está, por supuesto,
fuera de todas estas categorías, ya que solo participa en los casos
por su amistad con Steed y no pertenece, ni perteneció nunca, a ninguna
organización. (ver más)
"Él, siempre con bombín y paraguas
negro de Pierre Cardin que utilizaba como defensa (...)"
La verdad, creemos que alcanzarían los
dedos de una mano para contar la veces que Steed aparece vistiendo bombín
y paraguas negro. Pero aún cuando estemos equivocados, sí podemos
afimar que no fue siempre y mucho menos que pertenecieran únicamente
a Pierre Cardin, ya que este último recién se convirtió en diseñador
del vestuario de Steed a partir de la temporada cinco (Emma Peel a color),
precisamente las temporadas en las que Steed menos viste de negro (si
es que alguna vez lo hizo a partir de 1967).
"(...) ella, corsés ajustados,
botas hasta las rodillas, guantes hasta los codos al volante de
un Lotus biplaza descapotable. Curiosamente el presupuesto de la
serie se dilapidaba en esto."
Parece
que para documentarse correctamente, nuestro bienamado cronista -cuya
nota online está ilustrada con la promoción de los DVD de la temporada
cuatro de Los Vengadores que aparece a la izquierda- sólo acertó a ver
"A Touch Of Brimstone", único
episodio de la serie en el que Emma aparece vistiendo corsé ajustado
(¿hay alguno que no lo sea?) botas hasta las rodillas y guantes hasta
los codos. Y no como parte de su indumentaria habitual, sino forzada
por la situación en la que se encontraba en ese episodio en particular
(para no señalar el hecho de que jamás manejó su Lotus vestida de ese
modo). La afirmación que hace el autor es tan absurda como decir que
Emma vestía yelmos de armadura, sólo porque se colocó uno
durante una secuencia de lucha de un episodio. Respecto
a "Curiosamente el presupuesto de la serie se dilapidaba en esto."
Nos encantaría saber a qué se refiere el autor con "esto"; ¿Los corcés
o el Lotus?
"Los exteriores eran zonas alejadas
(...)"
Perdón, ¿alejadas de qué?. Cuando eran
exteriores en el campo estaban, claro, alejados de la ciudad. Y cuando
eran en la ciudad estaban, por supuesto, alejados del campo. Bueno,
después de todo tal vez el autor tenga razón...
"(...) y los decorados se repetían
capítulo tras capítulo."
...Nos informa este Campeón Mundial de
las Generalizaciones. Exceptuando los departamentos de Steed, Emma y
Tara, ningún decorado de Los Vengadores se repetía episodio tras
episodio. Puede ser que algun elemento de la escenografía pueda
ser visto en más de un episodio, pero nada más que eso.
(a la serie) "Hollywood se la
tomó a cachondeo."
Parece que vos también.
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Notas: El artículo que dio
origen a estos comentarios puede leerse en esta
dirección. * Verso perteneciente a la letra de "Cambalache", de
Enrique Santos Discépolo. Ilustración por Roland Topor (foto) |
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