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escribe Terylene
Por unas cuántas razones,
"Target!" preserva ese patrón legendario que caracterizó
tantas historias Avengers a lo largo de sus distintas épocas. Saludables
agentes del Ministerio que mueren sin causa aparente, pero que antes se
las ingenian para llamar a Steed con el último resuello de voz;
escenarios y ambientación que sólo tienen lugar en un show
como Los Vengadores; villanos omnipotentes con designios de grandeza y
poder; intricados métodos de aniquilación que nunca fallan
ni dejan mayores evidencias... Todos estos rasgos heredados de la serie
original aunque generalmente desprovistos, como era habitual en
Los Nuevos Vengadores, de extravagancia, absurdo y fino sentido del humor
son puestos ampliamente de manifiesto en "Target!" y un año
después volverían a aflorar de la trama de "Angels
of Death" casi punto por punto.
Si no brillante en un guión que
hubiera podido dar para más, Dennis Spooner ha concebido, al menos,
una historia atrapante que mantiene su expectativa durante toda la hora.
Con un oportuno juego de palabras que no sólo se refiere al campo
y práctica de tiro sobre los que gira todo el episodio, sino también
a los potenciales blancos u objetivos de carne y hueso, cuyas fotografías
se apilan en el escritorio del villano Draker y su mudo e idóneo
asistente Kloekoe, "Target!" destaca no pocas peculiaridades.
Constituido por "calles" con
nombres típicos de las de cualquier país de Europa del Este
(nada extraño para 1976 y la aún candente amenaza del bloque
socialista), paredes simuladas donde se leen los más insólitos
graffiti y "poblado" por maniquíes mecánicos que
asoman hasta por los tejados de las "casas", ese campo de tiro
semeja toda la escenografía de alguna supuesta película
hollywoodense. Y nótese la autoridad que imprimen en los
ejercicios de tiro los maniquíes de Steed, Purdey y Gambit, que
obviamente son amigos y por ende no deben recibir disparos ¡aunque
un agente y luego Gambit, transgredan accidentalmente esa práctica
nada menos que con el maniquí de Steed! "Perdón",
se disculpa Gambit... No es para menos: el Steed verdadero es el único
que en ese campo de tiro marcó tres veces seguidas un score del
100%.
Aunque podría objetarse una caracterización
descolorida e insípida, Draker es en realidad un perfecto villano,
frío, despiadado y de pocas palabras, que relega el trabajo sucio
al benjamín Kloekoe, se sirve un trago para festejar sus logros
y elimina a Ilenko, su socio ruso-americano, con absoluta apatía
y displicencia. Es una rotunda sorpresa descubrir que Bradshaw jugaba
para el bando opuesto (un nuevo "traidor en la organización",
y van...), a pesar de que su muerte no sirva aún para hacerle entender
a Gambit lo que está pasando en el campo de tiro. La escena entre
Steed y el profesor López en un hipotético ambiente amazónico
en pleno Londres muy similar al reducto del Coronel Rawlins en "Small
Game for Big Hunters" es decididamente un clásico avengeriano.
Mientras hablan de los efectos del curare, López convida a Steed
con un brebaje de su cosecha cuyo primer sorbo Steed asimila a duras penas
pero con gran valentía. "Así es como juzgo a un
hombre", clama López. "Fortaleza intestinal",
murmura Steed por lo bajo.
Los últimos 15 minutos del episodio
hacen decaer un poco la alta puntería acusada hasta entonces, en
particular debido a una innecesaria prescindencia de un personaje clave
como Purdey. Exceptuando la pericia del hábil Kloekoe para vaciar
el contenido mortal de una hipodérmica en el muslo izquierdo de
Steed sin que nadie se dé cuenta, lo que sigue se vuelve sumamente
previsible. La suerte de Purdey, que en la práctica de tiro fue
alcanzada inadvertidamente por tan sólo uno de los dardos envenenados,
y la de Steed sufriendo también los efectos del curare, queda,
al igual que en "Angels of Death", en manos de Gambit. En el
campo de tiro, Gambit debe luchar a muerte contra un enfurecido Draker
que lo amenaza con todas las armas disponibles, eludir los dardos envenenados,
recuperar el antídoto para poner a salvo las vidas de Purdey y
Steed... y ya que estamos, marcar el 100% de score en su práctica
con el revólver. Es un alivio que todo lo logre en cuestión
de minutos, como también que Steed y Purdey revivan rápida
y milagrosamente gracias al antídoto. Uno se pregunta, después
de todo, qué razón tenían los villanos para esconder
un frasco de antídoto contra el curare bajo el bombín de
uno de los maniquíes de Steed, cuando lo que buscaban era precisamente
exterminar a los agentes que realizaban prácticas de tiro.
Sea como fuere, Steed, Purdey y Gambit estarían eternamente agradecidos
por ese "descuido"...
Pero a no desilusionarse. Si bien "Target!"
posee varias incongruencias en ese aspecto, es un episodio bien Avengerish
que agrada y entretiene a todo aquel que sepa disfrutar de un buen momento
de acción.
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