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escribe Terylene
Quienes tuvieron la oportunidad
de ver aquel clásico western hollywoodense de 1952 "High Noon"
(conocido en la Argentina como "A la hora señalada")
encontrarán obvios paralelos con este episodio. En la colosal película
de Fred Zinnemann, el héroe Gary Cooper se enteraba que un pistolero,
en su sed de venganza, vendría a su encuentro para saldar una vieja
deuda con el revólver. Fiel a su investidura de comisario y hombre
de bien, Cooper decidía esperar a su adversario, pero de pronto
se encontraría completamente librado a su suerte, ya que todos
sus "amigos" en el pueblo se habían rehusado a colaborar.
Pocos imaginaban que 16 años después
del estreno de "High Noon," una serie televisiva británica
desempolvaría su trama para mostrar una vez más, una de
las más notables crisis de conciencia. Y no es casual que para
estos temas, detrás de los créditos que atribuyen el guión
a Terry Nation, discurra la pluma de Mr Brian Clemens. No sólo
eso: Clemens hasta cedió la granja de su propiedad para filmar
los exteriores del episodio.
El factor que en la película jugaba
ampliamente en contra para poner a prueba la osadía del héroe,
vuelve a estar presente en "Noon Doomsday": Cooper era viejo
y a punto de retirarse; Steed está herido y desvalido. Nada garantiza
que saldrán airosos de su empresa, pero el intento es primordial
para preservar su honor.
No obstante, cual reflejo del papel interpretado
por Grace Kelly en "High Noon," aquí nuestra pequeña
gran Tara King también hace lo suyo, demostrando que las mujeres
siempre tendrán su papel en un duelo de hombres. Mucho se objetó
la conducta de Tara en ciertas escenas, como su descenso al pozo donde
yacía muerto uno de los "buenos," sabiendo que tenía
uno de los villanos al acecho. O su resolución de deshacerse momentáneamente
de Steed, partiéndole una botella de champagne por la cabeza ("Lástima,
era una buena cosecha", aclara no obstante) y dejándolo
así, más indefenso de lo que estaba. Pero no hay que olvidarse
que el papel de Tara siempre estuvo diseñado para mostrarnos una
"nena-boba-enamorada-de-su-héroe-idolatrado." Que su
rol haya trascendido más allá de estos cánones en
más de una ocasión, se debe única y exclusivamente
al apreciable talento de Linda Thorson. Y no sería mala idea aceptar
que "Noon Doomsday" refleja ambos polos con claridad--con tal
de salvar a su ídolo, ¡la nena boba hasta pone sus propias
vidas en peligro! Un impulso juvenil, llamémosle así, que
no mediría las consecuencias que su precipitada reacción
podría tener. Perfectamente entendible, por otra parte, en un resultado
final donde nadie puede quejarse--¿o qué hombría
habría demostrado Steed, si Tara no le dejaba el super-villano
Kafka para él solito?
Dignos de mención son los contrastes
adicionales, que de paso se encargan de demostrar que esta no es una remake
de "High Noon," sino una historia Avengers. El delirio de mostrar
a Mother haciendo uso de todas las bebidas espirituosas que Steed le dejó
en su departamento y atendiendo simultáneamente, como siempre,
una infinidad de teléfonos tan multicolores como los licores que
se está tomando, agregan la cuota necesaria y suficiente para el
interludio desopilante.
Y ese villano que parece estar más
interesado en decidir el regalo para su pequeña sobrina que en
esperar "la hora señalada," nos sumerge inevitablemente
en ese universo Avengeriano, donde como siempre, todo tiene lugar. Aún
cuando, como en este caso, el escenario de la historia poco y nada tenga
que ver con la mítica Inglaterra que la serie tanto se empeñó
en retratar.
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