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escribe Mackidockie
Inicio de temporada con una espectacular
vista del estadio de Wembley, para que los yanquis, recientes accionistas
de la serie, puedan ir apreciando las bellezas de su Madre Patria. ¿Qué
está sucediendo que varios empresarios de la cerámica están volviéndose
loquitos, y nadie sabe porque? El único que parece salvarse es Raven,
lo cual lo convierte en el principal sospechoso, sobre todo cuando Steed
y Emma se enteran de la negativa que recibió la propuesta de fusión hecha
a sus colegas. Al morir el sexto empresario, Steed presiona a Raven hasta
enterarse que su intención al contratar a la Oficina de Eficiencia Empresaria
(BEB) no era eliminar físicamente a sus colegas. De poco le sirve a Raven
reclamarle a Pemberton, director de BEB, "incumplimiento de contrato",
ya que lo único que logra es que le envíe una araña por entrega inmediata
a la puerta de su casa, o mejor dicho a su ventana, enloqueciéndolo como
a los demás. Es hora de encender la Batiseñal... ah, no, es hora de que
nuestro dúo dinámico haga una visita a esa oficina embrujada.
Steed se camufla como un exitoso (por
supuesto) agente de viajes, interesado en eliminar a su única competidora,
una tal Mrs. Peel (¿les suena conocida?). Pero el astuto Steed ignora
que todas sus mentiras están siendo registradas por un avanzado detector
de mentiras colocado en la silla. Así que mientras Steed visita a Raven
en el hospital y descubre que lo que realmente llevó a todos estos hombres
a la locura fue un enfrentamiento excesivo con sus temores más grandes,
uno de los muchachos de Pemberton sigue a nuestro "galán de bombín"
e intenta eliminarlo, pero con tan mala suerte que termina siendo él
el que pasa a mejor vida.
Para atraer la atención de Steed, Pemberton
secuestra a su supuesta competidora, Mrs. Peel, y habiendo fracasado en
descubrir su más grande temor, decide torturarla. Al galope llega Steed
para salvar a la dama en apuros y "sacar a la luz" que Pemberton también
posee una fobia: a la oscuridad... pero, y entonces, ¿por qué usa anteojos
oscuros?
Con el color instalado en nuestras pantallas,
los productores de la serie aprovecharon este primer episodio para presentar
a Diana Rigg en una docena de vestidos, exhibir a Patrick Macnee en
varios trajes de distinto corte y pasearnos por la mayor cantidad posible
de paisajes y decorados con tonos alegres y expresivos. Pero ahí se
termina lo excitante, porque el argumento de un grupo de personas con
fobias tan grandes que puedan llegar a enloquecer de por vida, es ridículo,
y más ridículo todavía es que el método usado para descubrir esas fobias
en los empresarios no dé resultado al aplicárselo a Emma. Ni que fuera
"La Mujer Maravilla".
El verdadero disfrute de este episodio
se reserva para los hombres, que han baboseado la pantalla por cuatro
décadas ante la visión de Diana Rigg en su super-cavado catsuit. Sin duda
uno de los guiones más flojos de Philip Levene... ¡esperemos que no tenga
fobia al color!
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