Steed... ¿... Siempre Fue Uno Solo?
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Si bien los seguidores de la serie carecemos de elementos para evaluar a Steed durante la etapa Ian Hendry, puesto que lamentablemente sólo existe disponible tan sólo uno de los 26 episodios de la misma, podemos no obstante esgrimir algunas pautas.

En realidad aún no existía una definición precisa en el personaje que Patrick Macnee interpretó a lo largo de 1961, si bien ya desde casi el comienzo, la prestancia del Steed que todos conoceríamos tiempo después, parecía primar por sobre su estampa detectivesca inicial.

Sin embargo hay que tener en cuenta dos factores cruciales en esta etapa: en primer lugar Steed no era el personaje principal de una serie que, siguiendo los pasos de su antecesora Police Surgeon, giraba en torno al Dr Keel. Básicamente era un show de Hendry, sustentado, según Patrick, en las habilidades y la creatividad del mentor Sydney Newman, de los directores, los escenógrafos y muy especialmente, del mismo Hendry, “un innovador, una genial influencia artística, un hombre talentoso”. Finalmente Patrick agrega: “Con Ian Hendry no hice nada conscientemente. Simplemente actuaba como si fuera yo mismo”. Sin embargo pone especial énfasis a la hora de remarcar la originalidad que tuvieron los episodios de la era Hendry. En segundo lugar, es quizás obvio destacar que tratándose de una pareja masculina, el tan mentado factor sexual o factor kinky, que sería el principal estandarte de la serie, estuvo completamente ausente durante ese primer año.

Y aunque nunca lo apreciamos en pantalla porque en nuestro único episodio de referencia, The Frighteners, no hacían su aparición, es precisamente en la temporada Hendry en la que a Steed por primera vez, le son conferidas dos características propias de su personaje, que se mantendrían con singular frecuencia en la etapa siguiente: la introducción de un bizarro superior (con su nombre en clave “One-Ten”) y la asignación de mascotas, perros más concretamente, que habrían de convivir con él en su departamento. Nos ocuparemos de ellos en la página siguiente.

La principal estampa del Steed de la era Hendry, que en palabras de Newman queda resumida como “Hendry, el inocente moral y Macnee, el sofisticado amoral”, es bien descripta por Dave Rogers en su libro “The Complete Avengers”: “Steed es el profesional. Es afable, apuesto, un hombre de ciudad. Sofisticado, pero no falto de virilidad...(...)... Tiene buen ojo por lo bello e inusual, ya sean objetos de arte o mujeres...(...)... Es un experto en su trabajo, pero no perfecto...(...)... Sus motivaciones no son necesariamente tan ‘morales’ como las de Keel. Para él, el éxito de la misión es lo único importante y por ende sus medios a veces pueden ser cuestionables. El éxito de la misión, no obstante, es ‘poner bien lo que está mal’ y eso puede requerir que dichos medios sean empleados para tal fin”.