Este gráfico te lleva siempre a la página de inicio

Diana Rigg, Una Biografía
Pag. 4 de 9

Hacé click en el bombín para iniciar una búsqueda
Mrs Emma Peel Entra En Escena

Emma en la playa. A falta de balde y palita buenos son los osos... (spot  publicirtario de la temporada en blanco y negro)La nueva tarea que Diana se propuso llevar a cabo: nada más y nada menos que reemplazar a Honor Blackman, alias Cathy Gale, la compañera de John Steed, en la popular serie británica Los Vengadores (The Avengers), serie que ella jamás había visto, ya que no tenía televisión, porque nunca hallaba tiempo para eso. Para ello interpretaría al personaje de Emma Peel (nombre creado por Marie Donaldson, encargada de la prensa del programa, producto de la transposición fonética de "M Appeal", o sea "Men Appeal", que en castellano significa "atractiva a los hombres", y demás está decir que Diana jamás apreció el origen tan interesante de este nombre).

Pero reemplazar a Cathy Gale no sería una tarea fácil, ya que a lo largo de sus dos años al lado de Steed se había transformado en la primera mujer emancipada, lo cual implicaba una profunda admiración por parte de las mujeres y una incondicional devoción por parte de los hombres (aunque en los hombres, nada es incondicional, como comprobaremos más tarde). Pero lo que Diana, con su personaje de Emma Peel, logró a nivel nacional e internacional, no ha sido nunca superado por ninguna partenaire de Steed.

Este éxito fue producto de la mezcla de varios factores, pero el principal fue la química instantánea con su compañero de reparto, Patrick Macnee, una de las personas más generosas y queridas con las que Diana ha tenido la oportunidad de trabajar, postulado que hasta hoy, Diana sostiene.

Otro factor decisivo para el suceso logrado se basó en el staff de escritores y directores contratados para planear y llevar a cabo las andanzas de Steed y Emma en su lucha contra los crímenes y las injusticias que hacían peligrar al mundo. Entre ellos podemos mencionar a James Hill, Sydney Hayers, Peter Graham Scott —quien sería uno de los involucrados en las pruebas que realizó Diana para convertirse en Emma Peel— Brian Clemens y Albert Fennelll.

Y por supuesto, no podemos dejar de nombrar el aporte personal y profesional que Diana brindó al personaje, un aporte que jamás imaginó ni en sus sueños, ya que su esfuerzo fue mínimo a la hora de audicionar para el papel, sin por ello dejar de ser una profesional como lo fue y lo sigue siendo a lo largo de toda su carrera.

Una vez que la reemplazante de Honor Blackman, Elizabeth Shepherd, comenzó a desempeñar su papel de Emma Peel, los productores notaron rápidamente que la química con Patrick no existía y esa picardía característica entre Steed y todas sus partenaires estaba, pero no quería salir. La única solución viable era despedir a la señorita Shepherd y reiniciar la búsqueda de la sucesora de Honor Blackman.

Y ahí es donde entra en escena Diana. Peter Graham Scott, uno de los directores de las audiciones de las aspirantes a convertirse en Emma Peel, y director a su vez de varios capítulos de Los Vengadores, había conocido a Diana en una fiesta de fin de año en la casa de Julian Wintle, productor de la cuarta temporada de la serie.

"... Le dije al cameraman ‘Haremos un acercamiento de su cara. La dejaremos leer las líneas y veremos cómo se las arregla con eso’. En eso consistió la audición de Diana." Peter Graham Scott, citado por Patrick Macnee, "The Avengers and Me", p. 63

Contra todo lo esperado frente a una audición tan precaria por falta de tiempo, Diana consiguió un papel que en realidad no deseaba fervientemente, pero que venía bien como experiencia y como complemento monetario de un magro sueldo teatral.

El paso siguiente era recibir lecciones de kung-fu y tai-chi, tarea a cargo de Ray Austin, coordinador de todas las peleas y acrobacias que se han visto a lo largo de toda la serie. Habiendo realizado una prueba de cámara junto a Patrick y viendo que las cosas ahora sí iban por buen camino, todo estaba listo para comenzar la filmación de la cuarta temporada.

A esta altura ya era evidente que las cosas saldrían más que bien, básicamente por la más que perfecta camaradería que se había generado entre Di y Pat.

" ...Descubrimos que compartíamos el mismo sentido del humor y rápidamente desarrollé un inmenso cariño por ella..." Patrick Macnee, "The Avengers and Me", p. 67

El público respondió a Emma Peel (y a Diana Rigg) coronándola como su nueva heroína. Sus poses de karate, tan comunes hoy en día, recorrieron el mundo a través de miles de fotos, y demostraron que una mujer puede conquistar el mundo no sólo con su atractivo sexual. Semana tras semana los espectadores, "pegados a sus asientos" disfrutaban viendo a Emma enfundada en sus trajes de cuero negro (los famosos "cat" suits).

Emma luciendo un "Emmapeeler" con gorra al tono....Durante la cuarta temporada de la serie (es decir, la primera de Emma como compañera de Steed) estos "cat" suits incomodaban mucho a Diana, ya que su falta de flexibilidad, la llevaban a, por ejemplo, disponer de 45 minutos para ir al baño, que era lo que tardaba en sacárselo y volvérselo a poner. Esto se vio resuelto al inicio de la quinta temporada, cuando con la llegada del color Emma comenzó a lucir "cat" suits más alegres y estilizados.

Y además de los coloridos "cat" suits, Diana logró que los productores del programa y los ejecutivos de la ABC británica le permitieran incorporar a su guardarropas minifaldas y vestiditos super-cortos, convirtiéndose así en la primera actriz de televisión en aparecer con minifalda.

"Sentía que el conjunto de cuero tenía que acabar. Esa no era yo. Eso le pertenecía a Cathy Gale. Si bien yo no diseño el vestuario de Emma Peel, lo discuto con los diseñadores y esta vez usaré el tipo de ropa que me gusta." Diana Rigg, citada por Dave Rogers, "The Complete Avengers", p. 126

Lo curioso es que tan sólo unos meses atrás, en Abril de 1966, cuando Diana visitó los Estados Unidos junto a Patrick Macnee, con motivo de una gira para promover el show recientemente adquirido por la ABC estadounidense, le prohibieron entrar a un famoso restaurante neoyorquino hasta que no se cambiara el pantalón que llevaba puesto por una pollera, como en ese momento estilaba vestir toda dama de sociedad en USA.

"Y bueno, espero que no sean así de quisquillosos en el resto del país." Diana Rigg, citada por Patrick Macnee, "The Avengers and Me", p.72

Con la llegada de esta repentina fama internacional, Diana comenzó a sentirse asediada no sólo por la prensa, sino, y sobre todo, por los fanáticos, mayoritariamente del sexo masculino, a través de cartas o en forma personal, tanto a las 7 de la mañana en su camino hacia el estudio de grabación, como a las 8 de la noche, en su agotadora vuelta hacia su hogar en St. John’s Wood, donde residía con su pareja, el director Philip Saville.

Para una persona tan celosa de su vida privada como es Diana, semejantes muestras de cariño (según Patrick Macnee, Diana recibió más propuestas de matrimonio de gente desconocida en sus dos años como Emma Peel que en sus por ese entonces 27 años como Diana Rigg) provocaron pánico y mucha angustia por no poder responder a todas las cartas recibidas diariamente, las cuales ocupaban una habitación completa de su casa, y entre las cuales se encontraban algunas bastante alarmantes, como la de un niño que le comentó en su carta que el motivo de la misma era el parecido de Diana/Emma con su madre muerta.

Para no sentir tanta culpa por desatender el correo de sus fanáticos, Diana puso a su madre al frente de tal tarea, quien se encargó más que nada del correo de origen masculino, aconsejándole a los hombres interesados en su hija, sobre todo a los más niños, que "se dieran una ducha fría o salieran a dar una vuelta manzana".

Diana siempre consideró lejano a su entendimiento el síndrome del autógrafo y a pesar de haberse divertido mucho al principio con el hecho de ser reconocida en todos lados, admite no haber estado nunca equipada para manejar la fama. Esto quizás se deba a la forma en que fue educada, siempre evitando que se desarrollara su lado vanidoso, como por ejemplo cuando era pequeña y su abuela la retaba cada vez que la encontraba mirándose al espejo. Su familia la educó con una serie de valores: no te quejes, no seas vanidosa, esmerate en todo lo que hagas. Esto tuvo su lado positivo porque posibilitó que a Diana no se le subiera la fama a la cabeza, pero a tal extremo que no le permitió reaccionar y disfrutar lo que estaba ocurriendo en su vida.

"A veces veo fotos de mí misma y pienso ‘Dios, realmente era apetecible’, pero en ese momento no lo sabía". Diana Rigg, citado en "Diana Rigg", por Robin Dougherty.

Esa misma falta de vanidad es la que hoy en día, con 62 años, le impide sucumbir a una cirugía estética, porque dice que no tiene objeto ya que todo el mundo sabe su edad y que con ello sólo lograría sentirse tonta, pero que igualmente admira a las mujeres que lo han hecho para preservar su imagen original.

Muchas veces, esta sencillez fue vista como desdén hacia el personaje de Emma Peel, por el simple hecho de negarse a hablar en todas las entrevistas de lo mismo, cuando en realidad Diana nunca ha negado el enorme impulso que Emma ha significado en su carrera y el eterno agradecimiento que siempre le profesará. Cuando Diana representó la obra Medea en Nueva York, allá por 1994, ella sabía que mucha gente asistía a la obra para ver a Emma Peel, pero a ella no le molestó, porque gracias a Emma Peel mucha gente conoció una tragedia griega que, de otra manera, jamás hubieran ido a ver.

Otro problema que se suscitó en el set fue el de dejar contentos a los censores televisivos, quienes se opusieron a emitir cierta escena del episodio Un Toque Diabólico (A Touch of Brimstone) en que Emma es castigada con un látigo por el malvado de turno. En Estados Unidos les fue peor: lo prohibieron en su totalidad. Y Diana no hizo mucho, quizás inconscientemente, por evitar que esto sucediera, ya que el traje que luce en dicho episodio, como "La Reina del Pecado", fue diseñado por ella.

También fue necesario complacer a los censores con su prohibición de que Diana/Emma expusiese su ombligo a la audiencia en el episodio Miel para el Príncipe (Honey for the Prince) al presentar su "danza de los seis velos". La solución: colocarle una joya, que lo único que logró fue incomodarla ya que se salía de su lugar continuamente.

Pero los problemas de vestuario y de acostumbrarse a la fama y a los censores eran lejanos al lado de los problemas que Diana tuvo que afrontar cuando, luego de 12 episodios, y al enterarse que ganaba menos que los camarógrafos, optó por reclamar lo que ella consideraba justo por su trabajo y en caso de que no lo obtuviese abandonaría el programa.

"Diana siempre me ha dado la impresión de desear estar en otro lugar. En ese momento no podía entender porqué. Ahora sí. ¡Su único amigo era su chofer!...(...)... Y asumí que todo era adorable con ella porque yo pensaba que todo era adorable junto a ella". Patrick Macnee, "The Avengers and Me", p. 73

Al finalizar la cuarta temporada Diana obtuvo un aumento salarial del 100% (su sueldo se elevó de £90 a la semana a £180, a pesar de que exigía £450) y una reprogramación de sus horarios para poder formar parte del elenco de la producción de Twelfth Night (La Duodécima Noche) junto a sus antiguos compañeros de la RSC, además de toda la adulación posible por parte de los productores del canal, pero en un futuro no muy lejano ello no sería suficiente para convencerla de permanecer por mucho tiempo más al frente de su mundialmente idolatrada Emma Peel.

a página 5, El Adiós A La Diosa De Cuero

Volver arriba
Tabla de contenidos
El copyright del material escrito pertenece a sus respectivos autores.
Diseño Web y Arte Digital © 2008 -
TheAvengers.TV