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Una Niñez De Ensueño
Enid
Diana Elizabeth Rigg nació un 20 de julio de 1938 en Doncaster, Yorkshire,
Inglaterra. Por ese entonces, su familia residía en India, debido a las
ambiciones laborales de su padre, Louis Rigg, un ingeniero civil que había
emigrado a la India como ingeniero junior encargado de construir las vías
para el ferrocarril. Luego de 10 años de vivir solo en la India sin haber
visto una sola persona de color blanco, sus jefes lo enviaron a Inglaterra
a buscar novia, y allí fue donde conoció a la madre de Diana, Beryl Helliwell.
Luego de casarse, la pareja retornó a la India.
Para 1938, Beryl se hallaba temerosa de
dar a luz a su segundo hijo en un hospital militar de la India, y por
ello volvió a Inglaterra para tener a Diana. A los dos meses la familia
retornó a su vida en Jodhpur, India, donde Diana vivió hasta los 7 años.
Para ese entonces sus padres la enviaron a ella y a su hermano Hugh de
11 años a vivir con sus abuelos en Inglaterra y Diana fue inscripta en
el colegio Great Missenden, en Buckingamshire.
Fue durante ese periodo de su vida en que
Diana se convirtió, según sus propias palabras, en una persona totalmente
independiente, debido al alejamiento repentino de toda su familia, y también
fue allí donde se comenzaron a vislumbrar los primeros signos de rebeldía.
Lo positivo de ese período fue el descubrimiento que hizo de la poesía
gracias a su abuelo.
Tres años después, cuando sus padres volvieron
a Inglaterra, la enviaron al colegio de señoritas Fulneck, en Pudsey,
donde Diana tuvo uno que otro problema, no sólo por lo estricto de las
reglas en cuanto al vestuario, sino también porque era el blanco de continuos
castigos, debido a que se aburría tanto en las clases que jamás prestaba
atención, y en vez de ello, soñaba.
"Las clases eran increíblemente aburridas. Me la pasaba
soñando.Y ellos se la pasaban castigándome. Constantemente pagaba mis
castigos con trabajo por no hacer lo que supuestamente tenía que hacer."
Diana Rigg, TV Guide, 6 de octubre de 1973.
Al mismo tiempo que luchaba contra las
reglas que imponían usar el pantalón de gimnasia exactamente dos pulgadas
por debajo de la rodilla, Diana descubrió una aliada en una de sus maestras,
la señorita Sylvia Greenwood, quien la ayudó a reorientar su espíritu
rebelde hacia un interés por la poesía y las tablas. Como fruto de ese
cambio, Diana fue "forzada" a participar en una representación
escolar de Ricitos de Oro cuando tenía 13 años. Más o menos hasta esa
edad fue que Diana halló placer en el estudio, y de ahí en adelante, como
ella misma comentó en una entrevista para la BBC, encontraría la diversión
en los placeres que brinda la ciudad de Londres.
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