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escribe Gonzalo Ciarleglio
Cuando el guardaespaldas de una testigo clave es asesinado, Mother
decide encargarse del tema y le ordena a Steed llevarla a un lugar seguro
y protegerla. Para despistar a los que intentan asesinar a la testigo,
Tara se lleva el auto de Steed para que él no se vea "demasiado
sospechoso". Pero uno de esos agentes enemigos estaba escondido bajo
la capota del auto, y ordena a Tara conducir a una casa en el campo, donde
es mantenida prisionera y drogada.
Al mismo tiempo, Steed se lleva a la testigo a un lugar supersecreto:
Fort Steed, una casona estilo victoriano temprano sobre el río
Támesis (precisamente en Henley-on-Thames). En ese lugar, Steed
pasó buena parte de su infancia y del episodio en el cuarto de
juegos de la casa midiendo estrategias militares con la testigo, cuyo
padre era un historiador militar, su tío un historiador naval y
su abuela una gran, gran maestra del ajedrez. Pero, Steed, fiel a su máxima
"se pueden perder algunas batallas, pero siempre gana la última"
(They Keep Killing Steed), le arruina el promedio a su contrincante ganándole
al ludo; el primo de Steed, un tal Demon Desmond, es campeón mundial
de ludo.
¿Y qué pasó con Tara? Ella intenta escapar, pero
se desmaya al subir al Rolls, por efecto de las drogas que le inyectaron
al ser secuestrada. Cuando vuelve en sí, se encuentra en el vestíbulo
del departamento de Steed, donde Mother instaló su oficina este
episodio. Pero, una bomba que los enemigos pusieron en un teléfono
explota, destruyendo el departamento, quebrándole las piernas a
Tara y... matando a Mother. De esta manera, Miss King es llevada a un
hospital, donde un tal Mayor Firth le informa que hay otra bomba en la
lapicera que ella le regalara a Steed en Navidad, por lo que debe revelarle
la ubicación de Fort Steed. Pero, al despertar de unos sedantes
que le administraran los médicos, Tara reconoce que unos de ellos
es uno de los hombres que la secuestró merced a un tatuaje en la
mano (Como Mr. Bracewell en Quick-Quick-Slow
Death). Entonces, el mayor Firth lo golpea en la nuca y el falso (y
obeso) doctor cae sobre las piernas enyesadas de Tara. En ese momento,
Tara recuerda un rasgo distintivo que hace de Fort Steed único
en la región: un veleta con forma de cañon (cannon,
en inglés)
Cuando queda sola, inspecciona sus yesos y descubre que se rompieron
cuando el doctor cayó encima de ellos. Al remover los pedazos,
descubre que sus piernas... ¡jamás estuvieron quebradas!
Decide huir del hospital y cuando baja una escalera caracol, se encuentra
en la cocina de Steed. Prueba saliendo por la puerta principal y el pasillo
conduce a la sala donde ella estuviera secuestrada. Afuera, el Rolls la
está esperando tal como ella lo dejara y se dirige a "3, Stable
Mews". El departamento de Steed estaba intacto, Mother estaba vivo
y vaciándole la bodega a Steed. No había ninguna bomba en
la lapicera y el único peligro para Steed fue que ella hablara.
Entonces Mother llama a "Servicios Especiales", que disfrazan
una casa en Henley como Fort Steed (urnas griegas en los pilares, una
cara sonriente y otra triste en el portón, rosas y la veleta con
forma de cañón) Tara sale a buscar la casa verdadera, que
la encuentra merced a su veleta en forma de canónigo (canon,
en inglés) y descubre que Steed y la testigo estaban sanos y salvos.
A lo largo de la serie hemos visto varias maneras de hacer hablar a la
gente: el interrogatorio común (Homicide
and Old Lace), la ruleta rusa (Concerto), a través de pausas
para tomar el té en medio de un interrogatorio (The Interrogators),
pero no como en Réquiem. El mecanismo para obtener la ubicación
de Fort Steed y asi poder liquidar a la testigo es novedosa: utilizan
ciertos aspectos emocionales de Tara para poder obtener información,
como su amor por Steed. En lugar de utilizar tortura física, usan
tortura psicológica a través de una fachada muy bien montada;
ella tiene que decir donde está Steed para que no le pase lo mismo
que a Mother.
Existe en el episodio una pendulación: mientras Steed y la testigo
juegan con soldaditos de plomo, Tara es sometida a un constante sufrimiento:
no puede caminar, no pudo evitar la muerte de Mother y sabe que la espada
de Damocles cuelga sobre Steed y de ella depende que no se corte el hilo.
Pero la tragedia y la comedia no chocan sino que se complementan perfectamente.
Este rasgo está simbolizado en las caras del portón de Fort
Steed. Desde lo personal, este es un episodio especial; pocas veces se
ve en la serie esta alternancia. Lo único que le falta es un mastermind.
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