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Temporada Emma Peel, Monocroma
The Master Minds
/ La Inteligencia Superior

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The Master Minds
Steed Becomes A Genius
Emma Loses Her Mind

LA INTELIGENCIA SUPERIOR
Steed Se Convierte En Genio
Emma Pierde La Cabeza

The Master Minds

Ficha Técnica Títulos

Producción: Dic 1964-Ene 1965
Re-emisión en Argentina: 3/12/99
Escrito por: Robert Banks Stewart
Dirigido por: Peter Graham Scott

Reparto
Holly Trent / Patricia Haines
Sir Clive Todd / Laurence Hardy
Dr Campbell / Ian McNaughton
Desmond Leeming / Bernard Archard
Davinia / Georgina Ward

Titulos De Apertura

Títulos De Cierre
Conexión Avengers In & Out
Temas vinculados a este episodio Teasers & Tags. Secuencias de Introducción y Cierre.

Sumario
Sir Clive Todd, un oficial del gobierno, es herido mientras participa de una maniobra de alta traición y luego asesinado inexplicablemente por su psiquiatra, sin recordar nada de su proceder. Steed y Mrs Peel comprueban que ambos hombres pertenecían al Ransack Club, una organización dedicada a reclutar individuos con alto cociente intelectual, a la que posteriormente se unen para iniciar una investigación. El desafío para ambos es dilucidar lo que se esconde tras un "inocente" club que propicia tanto el deporte como el condicionamiento hipnótico de sus discípulos.

Comentarios
Terylene | Mackidockie | Pablo Alonso
 

escribe Terylene

¡Ah, la mente! Misterioso componente del cuerpo humano del que tan poco se sabe y con el que tanto se especula. Desde el lavado de cerebros, hasta la transferencia de personalidad y los experimentos psíquicos, Los Vengadores posee un riquísimo historial apoyado en guiones que de una u otra manera se han vinculado a la mente y sus poderes. Enumerar los episodios sería demasiado tedioso, pero huelga decir que ya desde el título, "The Master Minds" no necesita mayor descripción para ubicarse entre uno de los predilectos del género. Única entrega donde se encuentran dos creadores de doble apellido, el guionista Robert Banks Stewart y el director Peter Graham Scott –este último conocido por haber sido uno de los que quedaron boquiabiertos ante las audiciones que brindó la aspirante al papel de Mrs Peel, Diana Rigg– "The Master Minds" también tiene lo suyo.

Como en muchas otras historias, la trama demora bastante en hacerse coherente para el televidente. El confuso esquema que se desarrolla en la casa de Sir Clive durante los primeros 20 minutos de proyección, parece poner a prueba nuestro propio cociente intelectual, porque hay que pensar bastante para encontrar el hilo conductor que nos llevará de aquí a Ransack. ¿Ineptitud nuestra o del guionista? Tampoco queda claro el instinto asesino de un profesional serio y respetado como Campbell... a menos que el condicionamiento recibido en Ransack actúe por etapas, algo así como un mecanismo de "liberación controlada." Al menos sabemos que este comportamiento asesino no era "detonado" como en "House Of Cards" de Los Nuevos Vengadores, por el simple hecho de recibir la mitad de un naipe. De todos modos, mientras intentamos encontrar las pistas, estos 20 minutos bien valen su duración: esta vez Emma se viste de enfermera para arrancarle secretos a Sir Clive y a Steed se le salen los ojos de las órbitas cuando clava los mismos en la esbelta figura de Davinia, que se desviste hasta quedar con una malla de dos piezas.

Por fin en Ransack, las cosas se ponen más expectantes. Para el recuerdo quedará la escena del examen de ingreso, en la que Steed desliza su "machete" bajo la manga para copiar las respuestas que Emma, la del alto cociente intelectual, le ha preparado previamente. Pero quizás la inteligencia de Steed se está subestimando un poco: no será un as en astronomía o termodinámica, pero al menos es el primero que desconecta la radio de su dormitorio (quizás sin presentir nada extraño) y luego también el primero en avivarse que esas radios mucho tenían que ver con el condicionamiento mental de los discípulos.

Sin embargo, ambos fallan en descubrir prematuramente a la verdadera mastermind del episodio. Hay que decir que cuesta reconocer a Patricia Haines, con su apariencia á la Peter Pan y admitir que es la misma Lola de "Who's Who???" o Laura, de "The Nutshell." ¿Quién lo creería? Como tampoco puede creerse hasta dónde llega la hipnotización de Mrs Peel, la que avanza decidida a terminar con Steed de un flechazo, aunque todo el mundo sospecha que a esta altura, nuestra Emma ha pasado de engañada a engañadora.

Como ha sido generalmente marca registrada en Los Vengadores, las peleas finales brillan por sí mismas y la de "The Master Minds" no es la excepción. El toque surrealista que Graham Scott brinda a esas siluetas luchando contra un background donde se proyecta la filmación de un raid de la RAF, tanto en avance como en retroceso, adiciona por fin esa cuota bizarra que el episodio estaba necesitando. Un episodio sustentado en una brillante idea –la "programación" de individuos inteligentes orientada hacia fines delictivos, en este caso, el robo de un misil nuclear– que sin embargo no convence a muchos fans. Quizás un ritmo lento al comienzo y una escasa exploración de los personajes del elenco sean las causas principales. Pero uno no entiende por qué, a pesar de todo, "The Master Minds" es una historia que nos gusta mirar una y otra vez. ¿Algún encanto particular que una mente común y corriente no alcanza a explicar?



escribe Mackidockie

Si tan sólo Robert Banks Stewart hubiera ahondado un poquitito más en las características de sus personajes secundarios, buenos y malos, los laureles de la victoria caerían sobre este novedoso episodio. Cuando Sir Clive Todd, un eminente oficial del gobierno, aparece herido en circunstancias muy dudosas, sus camaradas llaman a Steed y a Emma para cuidarlo y de paso vigilar sus movimientos (en otras palabras, el tipo estaba en capilla). Primera interpretación de Emma como enfermera (¡con las uñas pintadas! ... ¿qué pasó Emma?), mientras Steed se hace el lindo con la hija de Sir Todd, una muchacha salida del jet-set europeo que le informa que su padre pertenece a un club para intelectuales llamado Ransack. Para cuando Sir Clive despierta, Steed no alcanza a preguntarle nada, ya que su médico le administra una inyección letal. Al despertar del trance en el que se encuentra y responder al duro interrogatorio al que lo someten, termina confesando que él también pertenece a Ransack. Sucede lo obvio: Steed se enrola como un superdotado, y Emma (que a esta altura dio más vueltas que zapallo en carro), ingresa como secretaria. En realidad Steed logra pasar ante todos como un Einstein gracias a que Emma le proporciona las respuestas a las preguntas de su test (¡qué útil hubiera sido tener una secretaria amiga allá en mis épocas escolares!).

Buscando a Emma para idear un plan, Steed se sorprende al encontrarla en un trance similar al del médico, mirando películas de entrenamiento militar y saliendo más tarde a practicar lo aprendido. A su regreso, niega todo, pero luego atando cabos se da cuenta de que los miembros de Ransack están siendo víctimas de hipnosis a través de parlantes instalados en cada habitación. Cada uno es entrenado para robar una parte de un misil nuclear instalado cerca de allí. Haciéndose pasar por un hipnotizado más, Steed concurre a una de las reuniones secretas, pero al ratito lo descubren (¡debe haber parpadeado mucho, pobre!) y ordenan su ejecución. Cual alumna chupamedias, Emma es la primera en ofrecerse para incrustarle una flecha en quien sabe que parte de su cuerpo, y cuando regresa triunfante se dan cuenta de la farsa y comienza la pelea de costumbre, entre colchonetas, aros y camas elásticas. El cerebro detrás del robo resulta ser la profesora de arquería, Holly Trent, un personaje que hasta ahora no mencioné debido al poco aporte que hace a la historia, pero que de última resulta ser la mala ... ¡y no me digan que alguien se avivó antes del final porque no les creo! Trama original, excelentes diálogos, escenas con doble sentido, pero ¿porqué, porqué, los personajes secundarios brillan tan poco?. Emma toma venganza luego de que Steed fingiese su asesinato en The Murder Market, pero antes lo ayuda a desempacar (¡qué dulzura!). El pobre Steed tiene que soportar al médico de Sir Clive analizando su cerrada personalidad, pero afortunadamente es recompensado con la posibilidad de llamar a una "acompañante" en caso no poder dormir (¡vamos Steed todavía!). Un episodio con mucho potencial, pero le faltó el empujón final.



escribe Pablo Alonso

Creo que lo que más me molesta en The Master Minds, a primera vista, es el lápiz labial que usaba Emma en los primeros episodios. Sin embargo, tampoco hace suficiente mérito para estar entre los mejores de la temporada. Por supuesto que aún así tiene el suficiente charm del trademark avenger para estar por encima de casi todos los de la época Tara King. La idea central (de Robert Banks Stewart, quien haría un verdadero clásico luego con Quick Quick Slow Death) es piola, pero el concepto de una sociedad manipuladora de sus miembros para fines opuestos a los intereses de la Corona, fue luego utilizado de distinta y mejor manera en The Danger Makers. Hay varios detalles inconsistentes, como la conducta asesina del Dr. Campbell, lo pronto que Steed se da cuenta que éste había matado a Sir Todd (¿no podría, en cambio, haberlo drogado?), y que Campbell, habiendo asesinado a un miembro del gobierno, sea tratado tan contemplativamente (incluso tiene arresto domiciliario...¡en la casa de otro!). Además no hay personajes interesantes, excepto la desaprovechada Davinia. Holly Trent, verdadera master mind, es una decepción. Si bien uno sospechaba del excéntrico Profesor (cuyas imágenes cabeza abajo lo mostraban con una expresión bastante psicótica) mientras que Holly parecía simplemente una tiradora de arco atraída por Steed, el giro es típico de la serie pero en este caso, al no conocer ninguna de sus motivaciones, el personaje queda sin redondear, más allá de que Patricia "Lo, Lo, Lo, Lo, Lola" Haynes hace lo mejor que puede con el personaje.

Por supuesto que igualmente tiene varios momentos valiosos: muy buenas líneas entre Steed y Emma (especialmente mientras Emma salta como una nena sobre la cama elástica; un partido de tenis perpendicular, como diría Steed), Steed sobrando la situación con el Mayor Plessy y Sir Jeremy (hasta que la cosa lo obliga a ponerse más serio) y retrucándole virulentamente las observaciones psicológicas a Campbell; algunas escenas graciosas como la del examen, y sobre todo la pelea final sin música de fondo y alternándose con las imágenes proyectadas en el recinto. Aunque Peter Graham Scott no eligió mostrar el momento en que tras la pantalla se le suelta el pelo a Holly, dando la sensación de que falta un plano; además, al estar posiblemente viendo todo el tiempo la silueta de dos dobles (probablemente hombres) en lugar de Rigg y Haynes, la cosa pierde un poco de gracia. Y no sé muy bien cómo interpretar el armario de Steed lleno de fotos de musculosos...

En síntesis, interesante premisa, buenos momentos, pero la ejecución no le hace total justicia. Por supuesto que al ser de la temporada cuatro, el piso de calidad es alto.

a Dial a Deadly Number / Discar Un Número Mortal

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