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Temporada Emma Peel, Monocroma
Death At Bargain Prices

La Muerte A Precios Regalados

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Death At Bargain Prices
Steed Fights In Ladies' Underwear
Emma Tries 'Feinting'

LA MUERTE A PRECIOS REGALADOS
Steed Pelea En "Ropa Interior Femenina"
Emma Hace Fintas

Death At Bargain Prices

Ficha Técnica Títulos

Producción: Enero/Febrero 1965
Re-emisión en Argentina: 7/12/1999
Escrito por: Brian Clemens
Dirigido por: Charles Crichton

Reparto
Horatio Kane / Andre Morell
Wentworth / T.P. McKenna
Farthingale / Allan Cuthbertson
Massey / George Selway
Marco / Harvey Ashby

Titulos De Apertura

Títulos De Cierre
Conexión Avengers In & Out
Temas vinculados a este episodio Teasers & Tags. Secuencias de Introducción y Cierre.

Sumario
El hallazgo de un agente muerto en un callejón y un recibo que éste portaba, conducen a Steed y Mrs Peel a "Pinter's," una gigantesca tienda por departamentos, en busca de un científico desaparecido. Emma toma un empleo en la sección "Ropa Interior" y se entera por el detective de la empresa, que ésta es ahora propiedad del magnate Horatio "King" Kane, el que convoca misteriosas reuniones del personal jerárquico fuera del horario de trabajo. Finalmente Steed y Emma descubren que "Pinter's" no es más que el escondite de una bomba atómica con la que Kane y sus secuaces pretenden poner de rodillas al gobierno británico.

Comentarios
Terylene | Mackidockie | Pablo Alonso
 

escribe Terylene

Desde que el genial Orson Welles dejó boquiabierto al mundo del cine con su ópera prima "Citizen Kane"/"Ciudadano Kane" en 1941, pareciera ser que todos los magnates han recibido el genérico nombre "Kane." Es dudoso que Clemens haya pretendido establecer más paralelos entre el personaje de Welles y Horatio Kane, el anciano inválido con delirios de poder que ocupa el puesto de despiadado villano en este episodio de Los Vengadores. Muy posiblemente sólo haya traído el nombre a colación como un modo de homenaje; después de todo, el Kane de Welles era un magnate pero no un asesino en masa.

Lo cierto es que "Death At Bargain Prices," debut directorial de Charles Crichton en Los Vengadores, además de un villano singular que mucho recuerda al Dr Armstrong de "The Cybernauts," contiene distintivos propios que lo vuelven sumamente interesante. Para los que crecimos en los '60 y nombres como "Harrods" o "Gath & Chaves" nos suenan a naftalina, "Pinter's" nos permite redescubrir un retazo de nuestra vida, que hoy día los shopping e hipermercados se han empeñado en hacernos olvidar definitivamente. ¿Con que así eran las tiendas por departamentos, eh?

Sin embargo, como en toda historia de Los Vengadores, esta department store no podía ser un comercio ordinario, más allá de que sus empleados fueran meros subordinados de sus superiores, como solía ocurrir en estas tiendas de la vida real. Si bien la idea de villanos secuestrando a un científico atómico para que trabaje a sus órdenes en el armado de una bomba que será utilizada para chantajear al gobierno, no es en sí novedosa, sí aparecen descabelladas las circunstancias que rodean esta trama. Y ahí sí, comienza a notarse que este episodio no puede confundirse con el de cualquier otra serie, sino que sólo puede pertenecer a Los Vengadores. Porque resulta que Kane no sólo ha buscado rodearse de cuatro "idóneos" colaboradores cuya eficacia finalmente fracasaría en manos de Steed y Emma, sino que ha maquinado su plan desde su "morada" en el "Departamento de Líneas Discontinuadas" ("¡Allí tendría que estar Ud.!," le dice Emma a Steed). Por otra parte, los recibos de la tienda no son más que tarjetas que "alimentan" la computadora que controla la bomba; el diagrama que indica la computadora es una reproducción exacta del dibujo que forma el piso indicando el escondite de la bomba... y el toque más bizarro: la bomba explotará ante la primera compra de un lavarropas. ¿Quién puede negar que estamos en Avengerland?

La parsimonia con la que se mueve el episodio durante su primera media hora, es abiertamente compensada con una magnífica interrelación Steed-Emma, que como siempre, eleva la temperatura de los diálogos a lo largo de todo el episodio. Él a ella: "Pregunté dónde podía ubicarla y me dijeron: "Nuestra Mrs Peel está en 'Ropa Interior'". Subí volando la escalera, de a tres escalones." O si no, la conclusión a la que llega el "dinámico y fogoso" Steed al ver cerrado el ojo gigante que Emma tiene en la puerta de su departamento: "Demasiadas trasnochadas..." Pero hay más, mucho más.

Y si a esto le sumamos el expectante clímax que alcanzan los 15 minutos finales del episodio, coronados por una pelea verdaderamente coreografiada con la música, en donde Mrs Peel se deshace de uno de los "vendedores" con su particular técnica de lucha ("feinting") y Steed desvía magistralmente un cuchillo dirigido a él con un bate de cricket, para luego abrir la puerta del ascensor que hará detonar la bomba con una herramienta de ferretería... bueno, uno concluye que "Death At Bargain Prices" es otro grande. No es para menos: un extraño surrealismo que mezcla violencia con juguetes, unas cuántas pinceladas de absurdo trazando una historia que de otro modo hubiera resultado demasiado convencional para Los Vengadores, una soberbia conjunción entre la pareja estelar y un excelente elenco –fundamentalmente masculino en este episodio– constituyen las bases de otra receta exitosa que no hay que dejar de paladear.



escribe Mackidockie

Cuando cada pieza del rompecabezas se encastra en su lugar se logra un episodio como este, violento pero hilarante, cerebral pero ridículo, con todo para convertirse en una perlita de colección. Al aparecer un colega de Steed asesinado y con un recibo de la tienda Pinter fechado en día domingo en su bolsillo (cosa que hoy en día no es nada raro pero se ve que en esa época era sacrilegio trabajar el día del Señor), la cosa se pone interesante, sobre todo porque el recibo corresponde a la sección de bebés. Sin poder averiguar mucho en dicho departamento, y luego de pasar por "orgullosos padres", Steed y Emma se caracterizan como cliente entrometido y vendedora de lencería femenina, respectivamente (a la inversa hubiera sido un espectáculo digno de verse ...). El dueño de esta tienda, Horacio Kane, mejor conocido como el Rey Kane, idolatra tanto a su shopping que vive en un penthouse en el último piso del mismo (cada loco ...). Hasta ese lugar llega Steed, en calidad de experto en eficiencia (vieron como es Steed, que va cambiando de papel en cada bloque del programa), y luego de discutir sobre las ventajas del hombre y de la máquina con Kane, su ayudante, Wentworth lo echa a patadas. En este episodio Emma no se siente muy Cecilia Grierson que digamos, y deja que Steed se las arregle con su ojo morado, para acudir en vez a la llamada de Jarvis, el detective de la tienda, quien le informa que algo extraño esta pasando (¡nooo!, ¿en serio?).

Jarvis poco puede decir sobre sus sospechas considerando que una lanza clavada en su espalda le dificulta el habla. Al día siguiente, Emma intenta avanzar en el tema del recibo, y grande es su sorpresa al encontrar encadenado al Profesor Popple, un científico recientemente desaparecido. Lo malo es que no alcanza a escapar, y cuando Steed va a buscarla le informan que fue despedida (¡Emma es argentina!). Sospechando lo obvio, Steed se infiltra en la tienda y la encuentra dentro de una alfombra enrollada (los pensamientos que habrá despertado esa escena ...). Muy cerca se encuentra Popple, quien les explica que los recibos son tarjetas que alimentan una computadora atómica, o sea que la tienda es en realidad una bomba atómica. Usando cuanto producto encuentran en su camino, Steed y Emma se deshacen de los lacayos de Kane, pero aun falta el Rey (no, Elvis no), quien consigue activar el elevador que al llegar al subsuelo hará detonar la bomba. En el último segundo y con todas sus fuerzas, Steed frena el ascensor, en una escena para comerse los codos ó apretarle fuerte el brazo al de al lado (¡por un minuto temí que se agarrara un dedo con la puerta tijera, pobre Steed, lo que le faltaba!).

Cuando ya pensaba que el episodio no podía ponerse mejor, luego de reírme de Steed usando un gorro de cosaco y de Emma con su traje de chica espacial, la cosa se pone buena con el juego de cricket que Steed improvisa usando cuchillos y la pelea-baile con que Emma "hipnotiza" a su oponente. Buen guión, excelente diálogos, acertada elección de una tienda como centro de la acción, y unos villanos de primera. Para pensarlo dos veces antes de trabajar en un shopping...



escribe Pablo Alonso

Un millonario de la "vieja era", postrado y disgustado con el mundo moderno, decide utilizar la sucursal londinense de su cadena de tiendas como receptáculo de una bomba atómica que detonará para poner Inglaterra a sus pies, aplicando la ecuación dinero+rencor=megalomanía. Como tantas veces, Emma tratará de averiguar desde dentro, infiltrándose, y Steed tratará de frecuentar lo más posible el lugar en busca de información sin levantar sospechas. Horatio "No tengo nada que ver con Randolph Hearst" Kane, si bien se muestra resentido con la cuestión actual desde el principio, no aparece como absoluta fija para ser el mastermind ya que podría haber sido un simple nostálgico como Sir Horace Winslip de The Gravediggers ,aunque con peor genio. Las sospechas caen sobre el desagradable Wentworth, quien se suele aprovechar del funcionamiento del ascensor para atacar a sus enemigos (excesivas seis balas para el indefenso agente en el teaser, una cobarde trompada a Steed más tarde). Al final, ambos villanos protagonizarán un momento de verdadero drama, entre la resignación de Wentworth ante la derrota y la última salida por medio de la inmolación nuclear (arrastrando a todos sus secuaces) para Kane, realzado por la omisión de música. Si bien sabemos que no vamos a ver un gran hongo sobre Londres, la tensión se mantiene hasta el final mientras Steed y Emma tratan de impedir que se active la bomba (aunque el ascensor pasa demasiado lento, como partido de futbol en animé) Los toques avenger están ahí, como el uso de la zona de camping de la tienda como reunión de los villanos que trabajan en la tienda, todos vestidos para acampar, dándole un sentido lúdico a la cosa; y la pelea del final en el que utilizan como armas gran parte de los productos en venta. A esta altura decir que el diálogo Steed-Emma es de primera ya es reiterativo, aunque hay algunas líneas que están entre las mejores de las series, como la ya mencionada en prácticamente cualquier review sobre este episodio.

Más allá del detalle de las diferencias de apreciación del tiempo que llevaba desaparecido el Profesor Popple, un par de meses para la vendedora Julie, y semanas para Emma, cuando siendo ésta tan aplicada en esas cuestiones (como se la ve en este episodio, en sus momentos libres, claro), tendría más lógica al revés; lo único verdaderamente flojo del episodio es cuando Kane y Farthingale le explican todo el plan a nuestros héroes. Está bien que es una fórmula típica, pero aquí está ejecutada de una manera tan seria-pero-ridícula, que si esta escena estuviera insertada en una pelicula de Austin Powers, quedaría como una completa parodia del género. Al menos la explicación no es tan superflua como en el desenlace de Something Nasty In The Nursery.

Incidentalmente, en lo que es una gran casualidad, ya que ambos se estrenaron con dos semanas de diferencia entre sí, este episodio y el del Get Smart! (El Super Agente 86, para los amigos) Our Man In Toyland, tienen varias cosas en común: la acción se desarrolla en una tienda que es utilizada por los villanos, las damas (Emma y La 99) se infiltran como vendedoras, y la pelea final se lleva a cabo con lo que encuentran en las estanterías. Los mejores escritores que tuvo cada serie (Brian Clemens y la dupla Stan Burns-Mike Marmer), pensando grandes ideas en simultáneo.

a Too Many Christmas Trees / Demasiados Árboles De Navidad

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