Un Momento De Meditación...
“A
Ésta... ¡La Va A Matar La Televisión En Colores!”
Así como el advenimiento del cine sonoro
arrasó con las carreras de muchos héroes de la pantalla silente, con John
Gilbert a la cabeza, el estallido de la televisión cromática marcó el
principio del fin de muchas series que, quiérase o no, parecían estar
irremediablemente hechas para el blanco y negro. Y en el caso de Los Vengadores,
ese presagio con el que titulamos esta sección, que jocosamente se escuchaba
aquí y allá en la aún monocromática televisión argentina de fines de los
’70, ha vuelto a nuestra memoria con muy poco esfuerzo.
Cuanto más analizamos los tejes y manejes
que a la postre generaron este desmembramiento en las temporadas en color
de Los Vengadores, más nos damos cuenta de que las implicancias estéticas
de las mismas han estado fuertemente subordinadas a los preceptos dictados
por el mundo de las finanzas. En otras palabras: fue éste un típico caso
de la-estética-al-servicio-del-bolsillo y no al revés, como debió ser.
La temporada 5B no surgió a raíz de una
cuidadosa planificación ni mucho menos estuvo bosquejada de antemano.
Por el contrario, tuvo que ser modificada sobre la marcha, cuando el nuevo
impulso monetario llegó tarde a la cita y pronto quedó claro que esos
episodios faltantes ya no encajarían, debido a razones de tiempo, en el
esquema habitual de transmisión de la ABC americana, sino que debían reservarse
para la próxima temporada del año siguiente. Fuera de la supresión de
los simpáticos teasers anunciados con el cartelito “Mrs Peel...
We’re Needed”, la temporada 5B estéticamente no resultó muy diferente
de la 5A.
Pero si los condicionamientos económicos
y contractuales derivados de esta alianza bipartita UK-USA trazaron una
línea divisoria en la era Peel color, ¿entonces qué podemos decir de la
etapa Tara King?
La televisación consecutiva en USA de las
temporadas 5B y 6A (que en USA se denominó genéricamente temporada 3)
originó una melange de estilos de la que difícilmente pueda hablarse en
términos de una continuidad estética. Una vez más, la temporada
6A surgió claramente de la necesidad de satisfacer obligaciones contractuales
y los siete episodios que la conforman fueron filmados expresamente
para completar la “temporada” que la ABC USA había lanzado al aire en
enero del ’68 (con la 5B) y que finalizaría en mayo (con la 6A). Fue como
si Tara King hubiera estado destinada a tapar los agujeros que Emma Peel
dejó (¿o que el caprichoso esquema de transmisión en USA abrió?) .
Una vez que el apuro dejó de ser tal, la
producción inglesa continuó sin pausas y ya sin prisa con la filmación
de los 26 episodios nuevamente pactados para una nueva temporada, que
habría de ser re-bautizada como la 6B. Y como en el caso de la 5B, también
hubo sutiles diferencias que empero, estéticamente no traspasaron ninguna
barrera capaz de diferenciarla sustancialmente de la 6A. Por alguna razón,
los ingleses, más cautos, decidieron transmitir toda la etapa Tara King
en un solo bloque ininterrumpido de 33 episodios.
Todo ésto nos lleva a concluir que el “split” de todas las temporadas
en color obedece pura y exclusivamente a la intervención de capitales
extranjeros (en este caso, la ABC americana) que más allá de provocar
la obligada división de un paquete de episodios--que posiblemente de otro
modo no hubiera existido--también impuso severas estipulaciones de tipo
artístico. No sólo los diálogos fueron adaptados a la audiencia norteamericana,
sino que también muchos personajes aparecieron dotados de cierto toque
hollywoodense. Quizás ya al promediar la era King, lo único de británico
que conservaba la serie, era el hecho de que aún seguía siendo filmada
en territorio inglés.
Pero Los Vengadores sería un show condenado
a sufrir las consecuencias de las sociedades multinacionales y sus consiguientes
imposiciones de rigor, de modo sorprendentemente recurrente. Años después,
Los Nuevos Vengadores sucumbía de igual modo que su antecesora, en manos
de sus padrinos, esta vez franceses y canadienses, quienes al igual que
la ABC americana en su momento, le ofrecieron todo al principio y le quitaron
todo al final. Tal vez sea una lección de la que Clemens y Cía. nunca
llegaron a aprender.
Mantenete En Sintonía
Los Vengadores estuvo conformada por 6
temporadas diferentes si nos atenemos a la clasificación que no
discrimina entre las distintas fechas de televisación de las temporadas
en color, tanto en USA como en el Reino Unido. Es más, ese es el formato
al que normalmente hacen referencia casi todos los libros relativos a
la serie, es el que mantiene Patrick Macnee en su crónica “The Avengers
And Me”, es el que han seguido las ediciones en video y es el que hemos
adoptado en el presente site.
No obstante, si por otra parte tenemos
en cuenta la modalidad con la que la serie fue transmitida en su país
de origen, Reino Unido, en el que la era Peel color fue dividida en dos
temporadas (5 y 6) y la etapa King fue televisada como un solo bloque,
por lo tanto arribaremos a una séptima temporada que no está presente
en la clasificación anterior.
¡Ooops! ¡La Temporada Que Nunca Existió!
Pero no todo es tan simple como
aparenta. La manía de encontrar más temporadas en Los Vengadores, sigue
siendo un tópico para el cual el foro de discusión parece estar eternamente
abierto. No han faltado, por ejemplo, los que luego de un meticuloso análisis
de las fechas de transmisión y otras sutilezas difíciles de imaginar,
han propuesto que “Los Vengadores” se divide en catorce
(14) temporadas... ¿Cómo?
Tal teoría, sin embargo, y contrariamente
a cualquier pronóstico agorero que por anticipado podría echar por tierra
sus lógicos razonamientos, ha encontrado adeptos y simpatizantes a ambos
lados del Atlántico. ¿Ah, sí?
Claro que nadie se esperó un contraataque
por el Pacífico... Nuestro buen Patrick Macnee, que mucho se debe acordar
de todos esos avatares, hizo oír su voz desde California, puso la teoría
en el limbo y dejó a medio mundo pensando, cuando afirmó que todos se
habían “olvidado” de una temporada.
Ay, Patrick... ¡justo ahora que tantos
se habían puesto de acuerdo!
Terylene, abril 2001
|