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David K. Smith En Buenos Aires
El Webmaster Que Amaba A Los Trenes
escribe Carlos
En mayo de 2001, apenas unos días antes de que este sitio web
viera la luz por primera vez, David K Smith, conocido por todos los fans
de Los Vengadores como webmaster de The
Avengers Forever, visitó la Argentina por una semana. El siguiente
relato es una crónica de su fugaz paso por Buenos Aires.
"Carlos,
¿que lugares me recomendarías visitar en Argentina?"
Fue con estas sencillas palabras que, súbitamente y sin previo
aviso, David me adelantó su deseo de viajar a la Argentina, junto
a su amiga Sara Augustine, en mayo de 2001. Sabiendo que tenía
enfrente no sólo al webmaster del sitio web dedicado a Los Vengadores
más importante de Internet, sino a un legítimo amante de
los trenes (reales y en modelos), mi respuesta fue rápida y sencilla:
"Y... ¿qué te parece tomarte un tren a las nubes?".
La temporada baja y un importante descuento en los pasajes producto de
una promoción, fueron el último impulso necesario para que
estos dos oriundos de New Jersey se tomaran un avión rumbo a Buenos
Aires, primer escala de su periplo a Salta, los trenes y el cielo del
noroeste.
El vuelo (que tuvo la dimensión de un verdadero bautismo para
Mr. Smith, quien viajaba por primera vez fuera de EEUU) los trajo en forma
directa a la capital porteña. Fue así que el día
sabado 19 de mayo por la tarde, David, Sara y este humilde escriba (a
quien nunca habían visto ni siquiera en fotos) fijaron coordenadas
en pleno centro para una verdadera cita "a ciegas". Nos encontramos,
y luego de que ambos visitantes se recuperaran de la habitual profusión
afectiva prodigada en besos y abrazos (costumbre autóctona poco
frecuente entre los americanos) compartimos una larga cena en donde charlamos
de bueyes perdidos y ultimamos detalles para el encuentro con fans argentinos
de Los Vengadores, programado para el día siguiente en el Café
Tortoni.
El
domingo 20, después de acompañar a nuestro dúo dinámico
a un paseo turístico por La Recoleta (Sara quería, entre
otras cosas, conocer la tumba de Evita) nos dirigimos al citado café
de Avda. de Mayo, en donde una docena de Avengers fans de todo el país
(uno de ellos viajó desde Córdoba y otro desde San Lorenzo,
Pcia. de Santa Fe) conocieron a David en persona y lo ametrallaron a preguntas
respecto a Los Vengadores en general y su sitio web en particular. La
reunión en la que la mayoría de los integrantes de
este staff nos conocimos también las caras por primera vez
se prolongó hasta caer la tarde, cuando todos, contentos, nos despedimos
hasta alguna otra vez...
Conocer a David, es decir, mirarlo a los ojos en persona, fue para mí
la confirmacíon de que el fenónemo de la comunicación
a través de Internet al que muchos consideran frío
y distante debido a su "virtualidad" es tan complejo como
sorprendente. Desde que cruzamos el primer e-mail, en febrero o marzo
del 2000, David y yo encontramos una rápida afinidad que trascendía
nuestro gusto por Los Vengadores (y mis dificultades con el inglés)
extendiéndose a otras áreas, como la música y el
arte en general, y se afirmaba a través de compartir una filosofía
de vida semejante. Cuando nos encontramos personalmente, los dos nos sentimos
como amigos "que se conocían de toda la vida", como se
dice habitualmente. Ambos atribuimos esa magia vinculante a una rara sensibilidad
que emana de Los Vengadores, bendita serie que, lejos de ser sólo
un show televisivo, es un digno representante de una época en la
que hombres y mujeres todavía éramos hermanos.
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