En
1992, la television inglesa emitió un documental sobre Los Vengadores
único material en su género hasta el presente
titulado "Avenging The Avengers" (Vengando A Los Vengadores).
Posteriormente, y con algunos minutos de rodaje adicional, el programa
fue lanzado comercialmente en formato VHS y DVD. La presente nota lo aborda
desde distintos ángulos, que abarcan un comentario del documental
en cuestión, una ficha técnica completa, y una trasnochada
reflexión acerca del paso del tiempo.
¡A vengarse se ha dicho!
¿Quién Vengará A Los Vengadores?
por Carlos
Actualmente, cuando la televisión no hace otra cosa
que hablar de sí misma y el autobombo ocupa una categoría
menor dentro de los problemas éticos a los que nos enfrentamos;
hoy, que el voyeurismo sacó carné de normalidad y es lícito
gastar kilómetros de cinta filmando a la gente mientras va al baño,
resulta extraño comprender que no haya ni un sólo remanente
fílmico de Los Vengadores que permita hacer un buen documental
sobre la serie. Sin embargo, la cosa no es tan difícil de entender
si nos retrotraemos un poco.
¡La
Pucha Si Cambiaron Los Tiempos!
(Pretenciosas) reflexiones en la frontera de la física.
Para aquellos que conocimos a Los Vengadores durante sus primeras emisiones
en Argentina, a finales de los '60, la experiencia del paso del
tiempo ha sufrido una transformación más claramente discernible
que para los nacidos a la luz de la modernidad y el pragmatismo.
No estoy hablando de diferencias generacionales, o de que "todo
tiempo pasado fue mejor", sino de una modificación radical
en la percepción subjetiva del paso del tiempo, que si bien afecta
a todos por igual, guarda ciertos matices según la edad de nuestra
relación personal con Cronos. Esta diferencia reside, principalmente,
en que los más antiguos pudimos experimentar en carne propia un
discurrir diferente de las agujas en el reloj que nos permite establecer
comparaciones, aún cuando éstas sean siempre de carácter
subjetivo (como lo es la propia naturaleza del tiempo).
Es indudable, no obstante, que el vértigo y la fugacidad de nuestra
vida contemporánea han cambiado la percepción del presente
en nosotros, tanto sea en niños como en ancianos. Dada la actual
naturaleza efímera de todo lo que vivimos y creamos, nuestra conciencia
del futuro y el porvenir también se ha modificado. Cuando el hoy
se nos escurre como arena entre las manos, mañana es la única
conjugación que nos brinda un poco de sosiego.
No Dejes Para Mañana Lo Que Puedas Hacer Hoy
En
tiempos de Los Vengadores, el presente era la única coordenada
deseable y el futuro no pasaba de una simple abstracción (lo que
en definitiva, es) adicionalmente edulcorada por las ideologías
del progreso. Aquél mundo no estaba signado aún por la exclusión
inmediata, la competitividad rabiosa, el no saber qué mañana.
La realidad discurría sobre bases un poco más estables.
Lo que estaba hoy iba a estar mañana y no había ninguna
necesidad de adelantarse a los hechos. No existía, por lo tanto,
el concepto de "culto" y nadie en su sano juicio se dedicaba
a crear con vistas a la posteridad. Se vivía y actuaba en contemporaneidad.
A diferencia de hoy, en que las producciones de backstage y making-off
son más prolongadas, frecuentemente tan costosas y generalmente
más interesantes que las producciones originales, en tiempos de
Los Vengadores no se documentaba nada. ¿A quién se le iba
a ocurrir gastar un solo metro de película rodando los ensayos,
los exteriores, alguna charla en los descansos? ¿Para qué?
Lo único digno de atención era el producto final. El resto...
¿qué resto?
Desde este punto de vista, y al margen de sus enormes deficiencias,
"Avenging The Avengers" es un sano intento de poner remedio
a este vacío y saciar nuestra legítima sed Vengadora, gestada
durante años de aguante y militancia en los que apenas si pudimos
encontrar una mísera fotito de Diana Rigg para poner en el porta-retrato
(después de todo, Los Vengadores es una serie que ha sobrevivido
más debido al empuje de sus fans que a su actual popularidad en
las pantallas). No obstante, y a pesar de nuestra buena voluntad, la experiencia
de ver "Avenging The Avengers" nos deja insatisfechos, como
a quien después de caminar por el desierto sólo se le da
de beber agua salada.
Lo Breve, Si Breve, Dos Veces Breve
Lo primero que nos frustra en "Avenging" es su extensión.
El programa producido en 1992 para una serie semanal de documentales
llamada "Without Walls" (Sin Paredes) tenía una
duración original inferior a los treinta minutos. Con vistas a
su edición en video, fueron incluídos algunos fragmentos
de entrevistas dejados fuera de la edición original, redondeando
una duración total de treinta y ocho minutos, lo que igualmente
representa un magro tiempo para enterarnos de todo lo que nos gustaría
saber sobre una serie producida ininterrumpidamente durante ¡ocho
años!
No obstante, si bien su brevedad conspira de entrada contra una realización
de amplio alcance, los mayores problemas del documental residen en su
falta de coherencia temática. En lugar de concentrarse en algún
punto de interés propio de Los Vengadores (la femineidad, la relación
hombre-mujer, etc.) los realizadores optaron por hacer una cronología
de la serie... ¡en veinticinco minutos! El resultado de esta falla
elemental en el diseño del documental (disponiendo de entrada con
menos de tres minutos por temporada, en promedio) es previsible: hay en
él muy poco de nada y el espectador se queda irremediablemente
frustrado por este interruptus permanente. (continúa
en la página siguiente)
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