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El Solterón Y La Menor (1968/69)
Si
bien la marcha de Diana Rigg debería haber hecho reflexionar a
la ABC, ésta se encuentra demasiado confiada por el éxito
de su serie como para preocuparse; al fin y al cabo, ya han pasado antes
por esta situación y han conseguido superarla sin problemas. Se
trata, por lo tanto, de buscar a otra chica para Steed y punto. Sin embargo,
su optimismo es más que gratuito: hay muchas sombras en el horizonte
que amenazan el futuro de la serie. En primer lugar está el cansancio
de los guionistas: tras ocho años de aventuras, resulta difícil
hacer algo nuevo y se observa una monotonía peligrosa en las historias,
que sustituyen a menudo la antigua imaginación por la repetición
de cliches demasiado vistos anteriormente. Por otro lado, los tiempos
estan cambiando: 1968 es el año de la revolución de los
estudiantes franceses, de la Primavera de Praga, de las manifestaciones
en contra del Vietnam, de la psicodelia y las drogas. En este marco, el
desenfadado tono de Los Vengadores resulta decididamente kitsch y fuera
de lugar. Finalmente, Patrick Macnee, indiscutible pilar de la serie desde
sus comienzos, cuenta ya con 46 años que, a pesar de su buena forma,
le hacen demasiado mayor para una serie de esas características.
Para
colmo, la elección de la sustituta de Emma Peel no puede ser más
errónea: su lugar sera ocupado por Linda Thorson, joven actriz
de sólo 21 años, de nula experiencia y escaso gancho ante
las camaras, cuya voluptuosidad física (es bastante más
rellena que la de sus estilizadas predecesoras) no puede ocultar una soseria
realmente preocupante que le quita buena parte del interés a su
personaje, de nombre Tara King. Sólo la incorporación del
orondo actor Patrick Newell en el papel de Mother (Madre, un impertérrito
inválido, jefe del servicio secreto al que pertenecen Steed y Tara)
supone una ventaja con respecto a tiempos pasados; el resto es tan sólo
una anémica sombra de la gloria de antaño.
Aun
así, incluso en esta sexta y a la postre
última temporada de la serie pueden encontrarse muestras aisladas
de genio en episodios como "The Morning
After" ("El Día Después"), "Take-Over"
("Apoderarse"), "Game"
("El Juego") o "Take Me To Your Leader" ("Llévame
Con Tu Líder") que reviven esporádicamente la gloria
del pasado. Pese a ello, la decadencia es imparable y se ve agravada por
el hecho de que en Estados Unidos Los Vengadores es emitida a la misma
hora que uno de los programas más vistos del país, ("Laugh-In",
el show de los cómicos Rowan y Smith), lo cual le resta audiencia
y acaba provocando el desinterés de las cadenas televisivas americanas,
que deciden prescindir de ella. Sin su financiación, vital para
la continuación de la serie, la ABC decide clausurarla en 1969,
después de 9 años y 161 episodios de andadura. En el último
de ellos, Steed y Tara, que visitan el interior de un cohete espacial,
conectan el despegue del mismo por error y parten en dirección
al espacio, mientras el socarrón Mother comenta: "¿Volveremos
a verles? Seguro que sí...". Y en cierto modo, el tiempo le
daría la razón.
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